«Con cinco años me metí en una piragua y no he salido desde entonces»
Ernesto Goribar | Subcampeón de Europa Júnior en K-2 ·
Tras lograr en Polonia la medalla de plata en el Europeo de Piragüismo de pista, el de Colindres quiere ahora colgarse dos preseas en el MundialALBERTO LEJÁRRAGA
Santander
Domingo, 11 de julio 2021, 08:05
«Durante el curso entrenaba cuatro horas diarias, seis días a la semana, y por las noches me ponía a estudiar», relata Ernesto Goribar (Colindres, ... 2003) tras una temporada en la que ha tenido que compaginar el piragüismo profesional con el fin de curso y la preparación de la EBAU. Un reto que no le ha impedido lograr su otro gran desafío de la temporada: la consecución de la medalla de plata junto al vallisoletano Marcos Caballero en la categoría K-2 1.000 metros en el Campeonato de Europa Júnior celebrado en Polonia. Un logro que completó con una meritoria quinta posición en K-4 500 metros. El palista cántabro, que vive y entrena en Asturias, dice no ser supersticioso, aunque siempre entrena con el mismo culote, y su ambición deportiva (quiere competir en los Juegos Olímpicos de París 2024), contrasta con la sencillez de sus gustos: «lo que más me puede gustar es dormir».
-¿Por qué eligió el piragüismo?
-Mi padre era piragüista profesional y a los cinco años me metí en una piragua con él. Me gustó tanto que casi no he salido de ella desde entonces. He llegado a combinarlo con tenis y fútbol, pero el piragüismo nunca lo he dejado.
-¿Cree que comenzar tan pronto fue fundamental en su desarrollo como piragüista?
-Sin duda, en el deporte, como en los estudios, cuanto antes empieces, mejor. Cuando eres pequeño eres como una esponja, absorbes todo el conocimiento. Aunque he conocido gente que empieza más tarde y llega a ser muy buena, creo que ha influido mucho que me subiera a la piragua con cinco años en el hecho de que esté ahora mismo a este nivel.
-¿Cómo fue compaginar la preparación del Europeo con la de la EBAU?
-Muy duro, porque tenía que organizarme para rendir al máximo en las pocas horas que tenía frente a los libros. Durante el curso entrenaba cuatro horas diarias, seis días a la semana, y por las noches me ponía a estudiar. Aunque a veces la concentración se ve afectada por el cansancio, con el deporte de alta competición se crea una disciplina que te ayuda a ser mejor estudiante.
«El objetivo para el Mundial de septiembre es ganar dos medallas: una en K-4 y otra en K-2»
AMBICIOSO
-¿Se puede vivir del piragüismo?
-Poder se puede, pero es muy difícil. Tienes que ser muy bueno, hacer las cosas muy bien y que te acompañen los resultados. En España hay piragüistas que viven de ello pero el porcentaje es muy pequeño. Además de ser de los mejores hay que tener mucha suerte.
-¿Con que lo compaginaría si no se pudiese dedicar íntegramente a ello?
-El curso que viene, estaré en el centro de la selección española en Sevilla, y empezaré la carrera de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFID). Voy a hacer estos estudios porque en el caso de que no pueda ser sólo palista profesional, necesito tener un plan B. Soy consciente de que es muy difícil lograr lo que persigo, pero ya he ganado algún premio en metálico. Por ejemplo, por la plata en el Europeo recibiré unos dos mil euros aproximadamente y si lograse una medalla en el Mundial, el premio sería aún mayor.
-¿A qué le supo la plata europea?
-No esperaba una medalla, pero al final las cosas salieron a pedir de boca. El metal fue un premio al sacrificio de todos estos años.
-¿Qué expectativas tiene para el Mundial de Portugal en septiembre?
-Hasta entonces hay tiempo para pulir fallos y seguir mejorando. El objetivo son dos medallas: una en K-2 de nuevo y otra, esta vez, en K-4.
-¿Cómo celebraría el oro mundialista?
-No sé, sería grandísimo ganar el oro. Lo celebraría con unas vacaciones.
-¿Cuándo se ve en unos Juegos Olímpicos?
-Si me tengo que ver en algunos, sería en los siguientes. Quiero estar aunque sé que es muy difícil porque en España hay gente muy buena y a unos Juegos van pocos. Está muy complicado pero no imposible, así que creeré hasta el final.
-¿Por qué se fue a Asturias a entrenar?
-En Cantabria hay poca gente y no hay mucho nivel, así que fiché por el Club Sella porque en Asturias hay muchos más piragüistas y mucha más competencia, por lo que es más fácil mejorar.
-¿Es difícil ser piragüista en Cantabria?
-No lo es, en Cantabria hay muchas instalaciones. El problema es que no hay mucho nivel competitivo. En comunidades como Asturias o Andalucía hay mucha más gente haciendo piragüismo.
«Quiero estar en los próximos Juegos. Es muy complicado, pero no imposible y creeré hasta el final»
PARÍS 2024
-David Cal, Saúl Craviotto... ¿Por qué cree que España es una potencia mundial en piragüismo?
-Hay varios centros donde se reclutan a los mejores de todas las categorías en cada comunidad autónoma y se hacen concentraciones en diferentes puntos de España. Gracias a esto se aumenta muchísimo el nivel.
-¿Cómo fue el no competir durante un año por la pandemia?
-Fue muy duro porque estuvimos concentrados y entrenando durante meses y llegó el confinamiento, y con él, la cancelación de todas las competiciones. Después de la cuarentena, decían que se celebrarían los Campeonatos de España y Europa. Tras estar entrenando durante meses, nos dijeron que se cancelaba el Europeo y más tarde, nos transmitieron que tampoco se celebraría el campeonato nacional. La sensación que tienes al final es de tristeza y hartazgo, porque llevas entrenando como un burro durante muchísimo tiempo para que al final te digan que se suspende todo.
-¿Se puede sacar algo positivo de ello?
-Sí, porque aunque no competimos, seguimos entrenando. Primero, durante el confinamiento, desde casa, con un simulador de piragua y luego en el agua durante meses, en los que mejoré muchísimo. Si no hubiese entrenado tanto en 2020, no podría haber logrado la plata en el Europeo de este año.
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