La Liga que todos esperaban

Dos errores, si se pueden llamar así, cometió San Jorge en su partido en la Mateo Grijuela. El primero, no embocar en el quinto chico, cuando los locales le habían mandado a ganar a 41 desde veinte metros, y otro no cerrar de mano en el sexto desde los dieciséis. Hasta ese momento los de Santillana habían puesto contra las cuerdas a los de Cañas a base de emboques y de acertar con el primero tanto desde la distancia máxima como desde los dieciséis metros a los que se había bajado Peñacastillo a mitad del duelo.

En Cerrazo, los jugadores de Camargo se miraban incrédulos cuando en un abrir y cerrar de ojos se vieron con dos chicos abajo en el marcador. Tras el varapalo sufrido el sábado ante Casar, de nuevo los de Maliaño veían como la cabeza de la tabla se les escapaba un poco más al ser capaz J. Cuesta de cerrar desde veinte metros de postre y de lograr una bolada en el segundo desde los dieciséis metros a la que tampoco pudieron hacer frente los visitantes. Pese al mal juego camargués, el resultado respondía a un gran inicio de encuentro de los de Cerrazo, que tenían a Javi Puente en el principal ejecutor de la madera.

El encuentro cambió en el tercero. Rubén Rodríguez reaccionó al mal juego de los suyos desde la distancia máxima y les colocó en los quince, desde donde el propio capitán embocaba con su último lanzamiento para, pese a un mal birle, mandar a 59 palos a los locales. Para matar esa jugada había que embocar, algo que logró un Toñín Sagredo que, además, derribó cinco bolos con su lanzamiento. La jugada llevaba visos de superar la obligación, pero la primera bola de Isaac López se enredó en la caja, no llegó a la raya y a partir de ahí la cifra decayó. En el cuarto, dirimido desde los dieciséis metros, ganó el menos malo, Camargo, que tras anotarse el parcial se encontró con que había remontado la desventaja sin llegar a los 40 a bolos en todo el choque.

Se iniciaba un mini partido nuevo, uno en el que cada chico daba un punto. Camargo completó la remontada de nuevo desde distancia corta, los quince metros, al llegar por fin al cierre, encima holgado, y minar un poquito más todavía la moral de un cuadro de J. Cuesta que iba de más a menos, como demostró en un cierre de partido en el que perdonaron en una segunda tirada floja y que los de Maliaño aprovecharon para llevarse dos puntos en los que no pensaban en los albores del choque.

No muy lejos de Cerrazo, en Casar, el cuadro local intentó repetir ante Borbolla la fórmula que 24 horas antes les había salido a la perfección para ganar en Maliaño. Sin embargo, su rival de ayer estuvo mucho más acertado desde el tiro de lo que estuvo Camargo y de lo que estuvo ayer un cuadro de Cabezón de la Sal que en poco recordó al del sábado. Sólidos en la subida, efectivos con el emboque y cumplidores desde le birle, los costeros cierran un gran fin de semana en el que han sumado ocho chicos a favor y solo uno en contra.

Imbatido y también a la estela de Peñacastillo se mantiene Casa Sampedro, que todavía sin Jairo Arozamena en la formación igualó en La Tapia ante Sobarzo en un encuentro en el que Óscar Cianca y su eficacia embocadora marcó la diferencia. El santanderino acertó en cuatro ocasiones con la jugada máxima, dos de ellas en un sexto parcial disputado desde los diecinueve metros y que puso unas justas tablas en el tanteador.

Uno de las grandes beneficiados de la doble jornada ha sido la Bolística, que tras empatar ante Andros ayer pasó por encima de Mali en poco más de una hora. Los emboques y la confianza creciente que tiene en su juego la joven plantilla de la Decana sirvieron para sumar dos puntos más que les suponen un respiro a la hora de evitar la zona baja.

Igual de importantes fueron los puntos sumados por Los Remedios ante Comillas tras un encuentro en el que los visitantes se agarraron de tiro corto y que se resolvió en el sexto chico desde los dieciocho metros.