Víctor, también en Entrambasaguas

Solo tres días después del Campeonato de España, y con una decisiva jornada liguera de por medio, los cuatro integrantes del podio volvían a escena en un torneo ya clásico y que siempre es el primero en el calendario tras el Nacional. La competición se jugaba con cada ronda comenzando de cero, lo que supone un aliciente para el público.

En cuartos de final se volvió a repetir el duelo más visto este curso. Víctor y Óscar compartieron albero en el último partido de la ronda con la necesidad de superar los 120 para avanzar a la siguiente fase. Ninguno de los dos tuvo problemas para ello y los 145 del de Peñacastillo y los 135 del de Andros les colocaban en semifinales. Junto a ellos Rubén Haya, con 134, y Carlos Gandarillas, que igualó con El Junco y, al haber derribado los palos antes, avanzaba como segundo clasificado. Por el camino se quedaron Jesús Salmón y Pedro Gutiérrez con 120, Víctor de la Torre con 116 y Adrián Díaz, que se quedó en 103.

La caldera frustró las opciones de triunfo del subcampeón de España, que perdió una bola en cada una de las dos primeras tiradas. Pese a ello Óscar derribó 133 bolos, una cifra mayor a la de su compañero de semifinal, Rubén Haya, que se quedó en 126. Esos 133 era el registro que tenían que batir los dos contendientes del siguiente duelo, Carlos Gandarillas y Víctor. El de Astillero, a otro nivel, los superó con 151 palos, mientras que el bolista de Camargo también logró colarse en la final al irse hasta los 145.

Los dos mismos jugadores se medían en una final que arrancaba de cero y que era inédita este curso. Víctor ya llevaba esta temporada dieciocho victorias individuales más dos de parejas, incluido el Regional. Para Gandarillas podía ser el primero. Pese a su buena tarde, el de Sobarzo no tuvo opción y sucumbió ante la rutina vencedora del campeón nacional, que derribó otros 146 palos.