Fuerza y honor racinguista

«El club no falleció porque la afición no desfalleció». Rodolfo Montero, director, junto a su hermano Nano, del documental que lleva por título Racing, fuerza y honor lo tuvo claro desde el principio. No le hizo falta ver cómo los seguidores del Racing se negaron a rendirse durante los tres años de tropelías constantes que duró el secuestro de su club para situar el punto de mira en ellos. El próximo jueves se estrena su trabajo en el Palacio de Festivales, con entrada gratuita hasta que se complete el aforo, y en él se describen con numerosos testimonios los momentos más difíciles de un club que «es el sentimiento más arraigado de muchas personas que viven en Cantabria y de otras tantas que están esparcidas por todo el mundo».

La crispación social, las manifestaciones diarias, las muestras de impotencia; los eternos meses sin rumbo;las citas en los tribunales y los descensos deportivos... nada escapa al visor de las cámaras de los hermanos Montero, que además de su inseparable «apego por los colores» y su búsqueda incesante de testimonios y vivencias, ha contado con la inestimable ayuda de los actuales responsables del club, así como de aficionados y una innumerable lista de simpatizantes que quisieron colaborar. «Estaremos eternamente agradecidos. Todo el mundo ha participado dándonos imágenes, vídeos o fotos de todo lo que ocurrió».

El documental arranca en el momento en el que la entidad se desmantela «cuando toman el poder los anteriores dirigentes» y pone el punto final a la cinta «en el ahora». Todo condensado en ochenta minutos. «Es un trabajo sentimental. Esta basado en la fuerza de la afición. La idea de ser una piña es el hilo conductor», añade. La intención siempre fue «la de dar voz a una hinchada que se ganó el respeto en los momentos más difíciles.Apostó por el equipo y nunca le dejó de lado».

Las asambleas multitudinarias, las denuncias, los eternos incumplimientos... «Ahora es más fácil hacer un acopio de los testimonios audiovisuales.Hay quien te manda algo que ha grabado, otros unas declaraciones... Durante la primera parte del trabajo no pisé Santander.No me hizo falta», indica Rodolfo.

Todo está contado a través de un niño. Se trata de un pequeño simpatizante racinguista que reside fuera de Cantabria y que cada día se sienta delante de su ordenador y teclea el nombre de Racing. Internet y las nuevas tecnologías le van poniendo al día y su corazón golpetea azorado ante la zozobra que vive su club. Su mirada inocente e impotente ante tanto improperio describe perfectamente el estado de ánimo que vivió el racinguismo.

La idea de realizar un montaje sobre el Racing viene de lejos. «Nosotros éramos unos chicos de más allá de las montañas que veíamos al Racing como algo nuestro», rememora. El racinguismo de ambos, Rodolfo y Nano, es la verdadera razón de que dentro de sus atareadas agendas haya existido un hueco «reservado» para acercarse a su pasión. Ambos salieron de su Valderredible natal para sumar 25 años de profesión 25 películas y más de diez documentales pero nunca olvidaron sus raíces.

Una premier

Lo del jueves será toda una premier, ya que nadie ha podido ver el resultado final. Pero Montero no se guarda muchos secretos, puesto que «todo el mundo vio perfectamente lo que ocurrió». Muchos de los protagonistas de aquella etapa aparecen dando su opinión; Pedro Munitis, Paco Fernández, Tuto Sañudo, Santiago Gutiérrez Calle... También aparecen, porque no hay más remedio, los antiguos responsables del club. Los artífices según ha quedado demostrado de la sinrazón vivida entre 2012 y enero de 2015. «No les hemos nombrados ni tan siquiera para ponerles verdes», sentencia Rodolfo, que ha decidido dejar constancia de una de las épocas más duras de la historia verdiblanca.