El deshielo racinguista

Todo es más bonito cuando amanece la primavera. Los pájaros cantan, las nubes se levantan y el Racing parece otro equipo. Bastante mejor. El equipo cántabro ganó a la Cultural Leonesa. Eso era obligatorio. Lo perentorio era cambiar de cara. Mostrar autoridad y decirle a los demás que en los Campos de Sport hay un aspirante. Ayer comenzó el deshielo racinguista. Tras dos victorias pobres, los de Pedro Munitis encadenaron su tercer triunfo consecutivo con verdadera personalidad. Se echaba de menos. El Racing, por fin, floreció y en El Sardinero salió el sol.

El técnico santanderino empieza a tener un esquema y un once de cabecera. Además del anunciado cambio de Óscar Fernández por el sancionado Dani Rodríguez el de Piélagos entró en la derecha y desplazó a Artiles a la zurda donde actúa habitualmente el gallego, el entrenador racinguista reservó para la segunda mitad a un Facundo Pumpido que se ha pasado la semana con gripe. Una oportunidad para que Coulibaly se reivindicase después de un pobre comienzo de año que le ha llevado al banquillo. Lo demás, el once que ya empieza a recitar de memoria la parroquia verdiblanca.

Con el senegalés sobre el tapete el equipo ganó en la presión ante un rival que especulaba demasiado en zonas defensivas con la pelota. Una mina de oro. El Racing salió a morder y la Cultural tuvo de todo menos de Leonesa. Blanda, timorata y perdida en sus propios errores. Alguno se preguntaba en la grada cómo pudo amedrentar en la primera vuelta a los cántabros. Una clara muestra de cómo estaba el conjunto de Munitis a finales de octubre.

El resultado fue positivo, como en los dos encuentros anteriores. Pero la principal diferencia fue que el Racing salió a por el partido desde el minuto 1. Ni esperar ni madurar. Es época de cosechar puntos. Lo que esté verde ya no hay apenas margen para recuperarlo. Así, la primera parte fue un monólogo sobre el campo de los visitantes. Muchas ocasiones con color verdiblanco, aunque faltaba un jardinero para abonar todo el potencial ofensivo de los racinguistas. Remate. Ese que tiene un Pumpido que ha hecho del área su jardín y ayer tuvo que ver gran parte del encuentro desde el banquillo.

Al meta Jorge le llegaron por todos los flancos. Un centro chut de Óscar Fernández lo tuvo que mandar con apuros por encima del larguero. Por el mismo lugar por donde se marchó un potente remate de cabeza de Fede San Emeterio tras un medido centro de Mikel Santamaría. El Racing era tan superior que incluso ganaba las segundas jugadas, algo poco habitual. Y eso era fruto de la ambición con la que los cántabros habían saltado al césped.

A Coulibaly le dejaron entrar hasta la frontal, pero su disparo caminó, raso, cerca del poste derecho de la meta visitante. Poco después, Migue García dirigió bien un libre directo, a la escuadra, pero el tiro, blando, lo atrapó sin problemas Jorge. El arquero tuvo que volver a emplearse a fondo tras un centro chut de Óscar Fernández, quien desbordó por la derecha.

Falta de riego

El Racing había florecido y lucía con vigor en el césped de los Campos de Sport, pero las plantas, si no se riegan, se marchitan y mueren. Los verdiblancos sacaron la regadera. Una buena jugada desde atrás cruzó el campo en diagonal hasta la posición de un Migue García convertido en extremo. El jiennense la colgó rasa al primer palo y Óscar Fernández se adelantó a todo el mundo para empujar el balón al fondo de las mallas. En esos momentos, además de recuperar la segunda plaza, los verdiblancos se situaban virtualmente a cuatro puntos del líder.

En ventaja, el Racing estaba en una disposición mejor si realmente quería madurar el encuentro. Aunque sí podaba cualquier atisbo de remontada visitante, mucho mejor. Sentencia. Pudo hacerlo en una jugada al borde del descanso que terminó con gol anulado a Dioni. El colegiado vio mano en el control del malagueño antes de que fusilase a Jorge.

En los minutos iniciales del segundo tiempo, el Racing no se pareció en nada a una planta carnívora. Le faltó otra vez ese espíritu canibal, como en Pontevedra. Y eso conllevó lo de casi siempre. Peligro, apuros y nervios. La alergia de los cántabros a machacar los encuentros no tiene nada de estacional. Crónica. Solo Óscar Fernández, cuando agarró la pelota por la banda derecha, parecía mantener la ambición de los primeros cuarenta y cinco minutos. Desde que vio puerta por primera vez en el encuentro ante el Sporting B, el chaval se ha desatado. Probó la sangre rival y le ha cogido gusto. Ayer hizo doblete. Cuando peor lo estaba pasando el Racing, Artiles colocó un buen balón a la espalda de la defensa para Dioni. El andaluz reventó la pelota contra el cuerpo de Jorge. El rechace le cayó a Óscar en la frontal del área. Ahora tiene la portería entre ceja y ceja y no se lo pensó y con un certero disparo hizo el segundo.

Tranquilidad

Ahora sí, el Racing podía especular sin tomarse demasiadas relajaciones ante un rival a la desesperada. Los cántabros, sin el balón, por fin daban la sensación de controlar por completo la situación. La Cultural Leonesa, sin mucho tino, tenía la posesión, pero en un contraataque los verdiblancos estaban en disposición de sepultar a su rival bajo una distancia ya insalvable.

No hubo que lamentar sobresaltos, más allá del ya enquisado pique entre varios sectores del racinguismo cuando el nombre de Pedro Munitis es coreado por La Gradona. Otra vez más, el cántico fue respondido con pitos. La disputa empañó una tarde de fútbol prácticamente perfecta para los racinguistas.

La victoria permite al Racing mantener el alto ritmo que han marcado en esta jornada los equipos de la cabeza de la tabla. Todos ganaron y se han quedado solos. Tudelano, Unión Deportiva Logroñés y Racing de Ferrol, junto a los cántabros, se jugarán el premio decisivo en los ocho partidos que restan. Como el juego de las sillas. Los de Pedro Munitis siguen a seis puntos de la cabeza. El sprint final está abierto y los codazos vuelan a diestro y siniestro. Lo vamos a pasar bien.

El Racing inició el recientemente finalizado invierno tras aplastar al líder, su tocayo de Ferrol, en los Campos de Sport de El Sardinero. Fue el 20 de diciembre. A partir de ahí, los resultados no han sido malos, pero sobre el césped el equipo ha dejado muchas dudas. Con el nuevo cambio de estación, el conjunto cántabro ha dado otra imagen muy diferente y prometedora. ¿Será éste el comienzo de una primavera racinguista?.