Un cambio de sistema...
Las modificaciones de Oltra trajeron importantes beneficios para un Racing necesitado de mejorar su imagen
Después de tanto pedir un cambio de sistema llegó cuando menos se esperaba. José Luis Oltra puso en escena ante el mejor equipo de 2020 - ... el Zaragoza- una defensa con tres centrales justo en la jornada en que la víspera del partido tan solo disponía de un zaguero específico para tales efectos. De manera sorprendente, el técnico valenciano apostó por reforzar la línea de retaguardia como medida extraordinaria después de haber redundado de manera reiterativa -no sólo Oltra, sino también Ania y Cristóbal- en el mismo dibujo inicial con malos resultados.
Decisión firme
No importaron las bajas
Pese a los numerosos contratiempos, el míster se decantó por cambiar el planteamiento defensivo inicial. En un principio, con las bajas ya confirmadas de Alexis y Olaortua, y a expensas de que Jordi Figueras pasase una prueba para asegurarse de que estaba en condiciones, Oltra mantuvo su plan. Durante la semana previa al partido ante el Zaragoza ensayó con Carmona como lateral derecho y Aitor Buñuel como el tercer central. La víspera del partido ante los maños, Oltra se acercó a Carmona para preguntarle si se encontraba al 100% para jugar -el andaluz arrastraba molestias musculares-. El futbolista, de manera honesta, le dijo que no. Acto seguido el entrenador descartó al andaluz y le dio una vuelta a los nombres, pero aún así no cambio de pensamiento.
Jugadores de urgencia
Improvisación meditada
Después de 29 jornadas en las que el Racing ha jugado a lo mismo, el giro más radical de planteamiento llegó con jugadores reconvertidos a posiciones que no son la suya ante la falta de efectivos. Oltra arriesgó con Jordi Figueras, lesionado durante las últimas tres semanas, para colocarlo emparejado a Manu Hernando -único central disponible al 100%- y junto a ellos apostó por Aitor Buñuel, un lateral como central. El navarro, que tampoco pasa por su mejor momento, fue la medida de urgencia tomada por Oltra después de que en Málaga no le convenciera la apuesta por Dani Toribio en el centro de la zaga. Lógicamente sin Carmona, lesionado, y sin Buñuel, como central, el míster debía inventarse un lateral derecho y colocó a Nando García.
Más control y posesión
Reforzó la defensa
De manera paradójica, el Racing acumuló hombres por detrás del balón y sin embargo aumentó la posesión y el control de la pelota y del partido. El equipo sacó el balón de atrás con bastante más facilidad y la presencia de más jugadores añadió más posibilidades. Tanto Abraham como Nando, dos futbolistas con buen manejo de balón, ayudaron a los centrales a salir de la presión del Zaragoza, que en un principio se vio sorprendido por el nuevo sistema y tampoco efectuó un pressing excesivo.
Un equipo más junto
Cerró los pases entre líneas
Los tres centrales, además de Dani Toribio y Sergio Ruiz, acaparaban buena parte del campo y permitían tapar las líneas de pase. Asimismo, la orden de que los laterales sólo subieran en los casos muy claros de superioridad permitió que el equipo se juntase mucho más que otras veces. Soprendió el derroche físico de Nando, a quien no se le hizo larga la banda. Guardó el sitio cuando el Racing no tenía la pelota y se sumó con asiduidad y solvencia al ataque. Precisamente, el primer gol de su equipo llegó como consecuencia de una galopada suya en la que centra desde la línea de fondo para que marque Cejudo. Pudo ser casualidad, pero Lombardo, Yoda y en su defecto Papu, los tres hombres destinados esta temporada a jugar en los extremos, apenas han protagonizado una jugada así.
Los jugadores se adaptaron bien
Sin errores
Oltra sabía que iba a arriesgar con la presencia de Jordi Figueras, saliendo de una lesión y sin entrenar en toda la semana por su asistencia al juicio de Pamplona, pero no le quedaba otra. Más allá de no fallar, el catalán firmó un gran partido e hizo crecer a sus dos compañeros; es evidente que Manu Hernando mejora su aportación con un futbolista como Figueras, ya que no tiene que preocuparse de construir y sí de defender. Si además la zona está defendida por otro futbolista, en este caso por Aitor Buñuel, todo resultó más sencillo.
Los mismos fallos de siempre
Segundas jugadas y estrategia
Los únicos fallos del planteamiento llegaron al no cerrar las segundas jugadas y en la defensa de la estrategia. Es decir, los mismos males de toda la temporada. El primer gol del Zaragoza llegó al permitir un lanzamiento desde la frontal de igual manera que el Racing perdió o empató partidos cuando los tenía ganados ante el Cádiz o Las Palmas.
Rival sorprendido
El Zaragoza no inquietó
El conjunto maño durante la primera mitad del partido no tuvo ocasiones. Ni Luis Suárez, defendido por Manu Hernando y con las ayudas de Buñuel y Figueras, ni la llegada de segunda línea de Kagawa inquietaron a Luca Zidane. El Zaragoza apretó al ir por detrás del marcador, pero no fue capaz de entrar en la ordenada defensa, con constantes ayudas.
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