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Miguel Gándara y Juan Gutiérrez ocuparán la defensa. Daniel Pedriza
Duelo de viejos conocidos
Fútbol | Segunda B

Duelo de viejos conocidos

El Racing de Pouso se enfrenta, a las 17.00 horas en El Sardinero, sin margen de error a un Logroñés construido por él mismo en el pasado

Marcos Menocal

Santander

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Domingo, 29 de abril 2018, 09:00

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Carlos Pouso dejó que le diera el nordeste en la cara el pasado viernes por la senda costera que bordea la playa de Los Molinucos y lleva al faro de Cabo Mayor. A su izquierda, el campo de golf de Mataleñas, y a su derecha, el mar azotando con virulencia las rocas. El vasco se llevó de compañeros de fuga a Raúl García, su segundo, y a Antonio Tomás, su jugador de confianza y al que una lesión le ha dejado de vacaciones forzosas. Sin exigirse un paso ligero, más bien a un ritmo contemplativo, el técnico aprovechó la caminata y la compañía para poner en orden su maquinación. Nunca es fácil planear un filicidio por mucho interés que se tenga en el envite. Pouso debe sentenciar hoy con 'su' Racing a 'su' Logroñés o lo que es lo mismo, el padre debe matar a su hijo.

Por eso le vino bien caminar con el murmullo de las olas como banda sonora, para olvidarse de sensiblerías que no van con el fútbol. El entrenador del Racing fue el que construyó con sus quince fichajes, 18 bajas y múltiples renovaciones al equipo riojano el pasado verano cuando aún era su director deportivo. Esta tarde, en El Sardinero (17.00 horas), caprichos del fútbol, a Pouso no le está permitido ni reñir al chiquillo si le da por no respetar las canas.

Cuando el vizcaíno regresó de pasear ya traía la receta para hoy. Sin sustos; no quiere que el Logroñés le haga daño y por eso fortalecerá su defensa con dos cántabros que aún llevan la 'L' de novel en el coche, Miguel Gándara y Juan Gutiérrez. Al primero le cambiará la tarea, de central a lateral derecho, para frenar cualquier disgusto de Ñoño, un gaditano de su quinta (la del 97) y que el mismo Pouso sabe -él lo fichó- de lo que es capaz con espacios. Cambio de cromos, Gándara por Gurdiel. Con la permuta se pierde recorrido, pero se gana seguridad. Y lo de Juan Gutiérrez, el benjamín de la plantilla, es una apuesta fruto de la confianza y las ausencias. A los dos se les unirán Gonzalo y Julen Castañeda, una pareja de fijos con la lección bien aprendida.

Gándara sustituirá a Gurdiel para fortalecer el lateral derecho y frenar las contras del Logroñés

Lo primero que le sopló el viento por la senda de Mataleñas al técnico de Lejona fue que si no quiere quedarse en mayo sin nada que hacer necesita que su portería se quede a cero y, sin dar un paso atrás -mucho menos en los Campos de Sport-, debe mostrarse mucho más férreo. Por todas estas previsiones, el centro del campo de hoy será una mezcla entre lo que quiere que sea y lo que tiene que ser; Sergio Ruiz hará de Antonio Tomás y Quique Rivero mantendrá su función de organizador. El deseo de ser más fuerte que el Logroñés en la zona ancha le invitó esta semana al técnico a probar a Jerín, pero algo le dice que no sólo debe ser un frontón sino que también debe proponer, por eso al madrileño le dejará en la recámara y con la vista puesta en San Sebastián.

No hay peor cuña que la de la misma madera y por eso nada sería peor que el Logroñés, con casi todo dicho esta temporada, se llevase por delante las esperanzas de quien tanto hizo por él; nadie mejor que Pouso conoce el estropicio que le pueden hacer a su equipo si César Remón, Carles Salvador, Titi o Ñoño juegan con espacios. La premisa es apretar sin conceder nada de nada. La generosidad no es más que un lujo que ya nadie puede pagarse. Incomodar, encimar -como dicen ahora las nuevas teorías- y construir el equipo desde atrás es la nueva premisa.

Hasta aquí no hay ninguna duda, como el valor en la mili, pero después de que ayer el Athletic de Bilbao B y el Mirandés ganasen no sirve sólo pasar y mirar, hay que entrar a comprar. Por si fuera poco, el Racing esta tarde también conocerá lo que han hecho en su duelo el Sporting de Gijón B y la Real Sociedad B, por lo que si a alguien le tiemblan las piernas que se vaya a pasear por Mataleñas. Pouso le puede indicar el camino.

Sergio Ruiz y Quique Rivero ofrecerán el equilibrio en el centro del campo

Para esa función, precisamente, el vasco ha decidido organizar un ataque con Héber Pena -una vez más- y César Díaz, en las bandas, y la pareja de la esperanza, Borja Lázaro y Dani Aquino, en la delantera. Los cuatro son los que deben parar las ansias de un posible parricidio en El Sardinero. La grada confía en que el gallego despierte de su letargo y ofrezca la mejor versión de sí mismo, esa que en el principio de Liga hizo suspirar a los aficionados que hoy se muerden el labio cada vez que encara. Lo mismo que César Díaz, a quien le vuelve a pasar un tren de esos que no puede dejar escapar. Con Aquino y Lázaro no existen planes, tan solo rezar para que mantengan la racha que llevan y que permite al Racing sobrevivir en el delgado alambre del funambulista de vocación. El Racing necesita sus goles, así como que marquen la diferencia de partida que figura en sus palmarés. Por mucho que quiso Pouso, no pudo el pasado verano fichar para su Logroñés a dos jugadores como ellos y ahora que los tiene debe aprovecharlos.

La semana ha servido para comprobar que el Racing de esta tarde abrirá el campo todo lo que pueda para que sus extremos abastezcan a sus arietes al más puro estilo 4-4-2. Que además juntará las líneas para que entre el centro del campo, la defensa y la delantera no haya metros inservibles y el equipo se parta, como hacía hace meses.

Prohibido echar de menos

El guión para el campo está escrito, como también la prohibición de llorar por las bajas para unos -Antonio Tomás, Javi Gómez, Regalón y Pau Miguélez- y para otros -Ramiro, Arnedo, Muneta, Santos y Rubén Martínez-. Con tres partidos por delante para seguir soñando o quedarse de vacaciones no se puede echar de menos al que no está. Excusa pueril. Pouso ha citado hoy a veinte futbolistas, entre ellos Borja Granero al que tampoco tiene claro si darle descanso o empezar a utilizar. Aún así tendrá que descartar a dos en la caseta para confeccionar la lista de convocados.

Regresa César Díaz al once inicial para ocupar la banda derecha y abastecer a Lázaro y Aquino

En la grada, por su parte, existe una sensación envenenada de que lo de hoy es un aperitivo y que el plato fuerte llega el próximo domingo ante la Real Sociedad. Craso error que convendría solucionar a marchas forzadas. Que saquen un buen vino, si es posible un Rioja, para pasar cuanto antes el trago de esta tarde sin que a nadie se le indigeste. Ojo con la confianza mal entendida y que los aficionados no gasten todos los aplausos que falta harán más adelante. Sin duda.

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