Granero, sobre su gesto en el banquillo: «Fue una arenga, nunca un reproche a nadie»
El capitán reconoce que «hay momentos que un futbolista está a 200 pulsaciones» y añade que «todo aquel que juega en el Racing ya sabe lo que se le va a exigir»
MARCOS MENOCAL
Martes, 24 de octubre 2017, 07:37
Minuto 93. Regalón marca el tercer gol del Racing ante el Barakaldo y culmina la remontada. Cuatro minutos antes, el equipo perdía 1-2. Fue tan inesperado que incluso por la megafonía le dieron el gol a Borja Granero. Fue entonces cuando el capitán se acercó al banquillo y realizó un gesto poco ortodoxo; se tocó sus partes nobles. «Los futbolistas hay veces que estamos a 200 pulsaciones. Fue una especie de arenga, nunca un reproche a nadie. Fue algo así como 'venga, todos juntos con huevos».
No fue más que un mensaje de fuerza, un exceso de testosterona que en ocasiones como la del pasado domingo resurgen con cierta asiduidad. Pero nada más. Ni mucho menos una crítica a la grada -como hay quien pudo pensar-, que instantes antes silbaba con fuerza. «Cuando juegas aquí sabes lo que se te va a exigir. El que viene aquí ya sabe lo que le espera. Este club ha estado en Primera muchos años y tiene que volver». El propio Granero, una vez consumada la agónica victoria lideró un retiro colectivo de los jugadores al centro del campo y allí, reunidos, lanzó un mensaje. «No fue más que una forma de repetirnos que somos el Racing, que hay que llevar el escudo con la mayor dignidad posible y que tendremos momentos como el del otro día y habrá que superarlos».
El capitán, que regresó a su posición natural en el centro del campo, donde aseguró sentirse «más a gusto y más cómodo», adelantó que lo que ocurrió en el campo ante el Barakaldo «ayudará a crecer al equipo; la afición volverá a sentirse identificada tras la alegría». Granero reconoció que «la gente está enfadada porque no hacemos un juego brillante y nos cuesta ganar. Es normal. No estamos bien, pero aún así estamos sacando los partidos».
No reprochó ni lo más mínimo el comportamiento exigente de los aficionados. Es más, aseguró que «son los mejores y lo han demostrado y cuando ha hecho falta que estuvieran, nunca fallaron. Es normal que cuando no les gusta lo que ven protesten y lo digan».
De central, cuando haga falta
No le importó hacer algo de autocrítica y analizó los últimos partidos. «No estamos bien, no hacemos nada que enganche, pero ganamos. Eso es importante y tarde o temprano volveremos a recuperar esa conexión que siempre tenemos». Sobre su vuelta al pivote, Granero señaló que no tiene «ningún problema por jugar en el puesto de central; sí es cierto que ahí hay que cambiar el chip, que no se pueden tener errores, pero nada más». Curiosamente, durante su estancia en la defensa -cinco partidos- el Racing no encajó un solo gol y el pasado domingo, el Barakaldo le hizo dos: «No sólo defienden los centrales. Por eso cuando el delantero falla no sólo hay que echarle la culpa a él. Esto es un trabajo en equipo».