Borrar
Aldasoro protege el balón ante un rival. JUANJO SANTAMARÍA

La guerra relámpago

Domingo, 17 de marzo 2024, 01:00

Comenta

A ritmo de los Ramones -Hey ho, let's go!- recibieron al Racing en el Tartiere. Fuera, los aficionados preferían los cánticos regionales, esos del « ... que sí, joder, que puta Santander» y alguno más innovador, como «Ataúdes para Juventudes». Tal vez quisieran dar la razón al exagerado despliegue policial, como si Llamaquique fuera la franja de Gaza. Y claro, rivalidad había -faltaría más, vamos-, pero sin pasar de la guasa y el inevitable fanfarroneo. Lo de batirse el cobre, por mucho que la grada ruja, sigue siendo labor de los del césped, que se lo tomaron bien a pecho. En cuanto se quitaron las sudaderas estilo Okuda que lucían los dos equipos asomaron los escudos de siempre y los uniformes buenos, los de toda la vida. Como debe ser, en lugar de tanto intentar hacer caja con segundas y terceras equipaciones.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes La guerra relámpago

La guerra relámpago