El posible cambio de dibujo demanda la búsqueda de más centrales en el Racing

A falta de fichajes y refuerzos –el Racing es el único equipo de la categoría que no ha incorporado aún a ningún jugador– en este arranque de pretemporada el cambio de dibujo en la pizarra de José Alberto ha suscitado el primer debate del curso. Sin caras nuevas, el racinguismo no habla de otra cosa. «Es algo que quiero probar. Necesitamos más recursos para mejorar lo del año pasado», admitió el míster el sábado, después de ponerlo en práctica ante el Eibar en el primer 'bolo' del verano. Va en serio, el cuerpo técnico quiere tener un plan B para el inicio de Liga el próximo 16 de agosto.

¿Qué significa esto? Más trabajo para Chema Aragón, que desde que llegó a Santander, hace exactamente un mes y dos días, mantiene silencio de radio sobre los movimientos en el mercado. El director deportivo apuesta por el hermetismo informativo –propio en el fútbol actual– para confeccionar una plantilla a la que le hace falta casi todo y a la que este curso se le exigirá un poco más. Es probable que a estas alturas el vallisoletano haya recibido ya el encargo del míster de buscar un central más. Por si acaso. Hace ya un par de semanas que se despidió Pol Moreno, el central catalán que supo cumplir su rol de suplente durante casi dos años a la vista de las mínimas oportunidades que le brindó el entrenador asturiano. Su marcha dejó la demarcación justa, pero no coja del todo dado que con cuatro jugadores para dos puestos el míster tenía donde elegir. Sin embargo, la variante táctica que ahora trabaja el equipo con la necesidad de tres centrales más en el once inicial deja coja, ahora sí, la defensa. Por lo tanto, a más zagueros, más necesidades. Por si fuera poco, el incierto futuro de Javi Montero, uno de los que están, añade aún un punto más si cabe de urgencia.

Así las cosas, Javi Castro, Álvaro Mantilla y Manu Hernando, por un lado, y Javi Montero, por otro. Los dos primeros fueron los elegidos en el último tramo de Liga en la pasada campaña y son del agrado de José Alberto. Con Manu Hernando ocurre lo mismo, pero con un matiz ya que el palentino pasó de ser indiscutible casi dos años a aparecer y desaparecer. Aún así, con los tres estarían ocupadas las plazas, pero es indudable que se necesitan reservas si se quiere tener garantías en un año en el que el objetivo del Racing es el máximo, ascender a Primera. Además, se tiene claro que el verdadero margen de mejora de este equipo se encuentra en la defensa.

A los mencionados, a falta de que Aragón encuentre lo que busca, se les unirá casi con toda seguridad Jorge Salinas. En el club guardan silencio, pero es casi una obviedad que el joven futbolista, internacional español en las categorías inferiores y cuyo salto de calidad se produjo la pasada campaña, se unirá a la primera plantilla a todos los efectos. Salinas cumplirá ese rol de zaguero comodín que necesita el equipo.A su favor está la versatilidad tan ansiada y pregonada –en el buen sentido de la palabra– a la que desde el cuerpo técnico se apela siempre que se habla de refuerzos. Sus fácil adaptación a la banda, donde ya jugó el curso pasado cuando se le requirió, le favorece.

Pero aún así, las necesidades en un lugar tan delicado para un equipo de fútbol lejos de disminuir en el Racing con el paso de los días, aumentan. No es ni mucho menos una confirmación que el conjunto verdiblanco a partir del 16 de agosto mute y cambie a un equipo diferente a lo que ha sido en las últimas campañas, pero realmente en la cabeza de José Alberto ahora mismo se baraja el cambio pese a que, como él mismo se apresuró a señalar el pasado sábado «los sistemas los marcan los jugadores, más allá de lo que les guste a los entrenadores».

Por el momento, Saúl, lateral izquierdo de condición, ocupó ese lugar ante la falta de efectivos ante el Eibar. No sería lo propio que esto sea oficial. El tiempo apremia y el equipo necesita ir cerrando frentes.