El proyecto de las gradas para las Instalaciones se encuentra parado

Ese es el caso de las Instalaciones Nando Yosu, cuyo dueño es el Ayuntamiento de Santander, y que el Racing tiene en concesión hasta 2028. La Federación Cantabra de Fútbol había encargado el primer estudio para la construcción de una grada en el campo 3, el primero de los de hierba artificial. Pero el proyecto se ha quedado en fase embrionaria, sólo en unos primeros estudios, sin que se haya encargado siquiera el proyecto formal, sino sólo buscar el modo en el que se podría instalar este graderío.

El argumento de la Federación Española para negarse a ejecutar este tipo de iniciativas es el descenso de las cantidades perdibidas desde el Consejo Superior de Deportes a través del 4,55 por ciento procedente de las quinielas. Y si esa es la orden desde Madrid, la Cántabra tiene las manos atadas en este asunto. Así pues, en los meses que quedan de 2019 no habrá nuevas gradas en La Albericia y ya se verá si el próximo año se puede retomar el proyecto.

El ente que dirige José Ángel Peláez había barajado incluso la posibilidad de que el graderío tuviese una doble orientación, de modo que pudiese servir para seguir tanto los partidos del campo 3 como los del número 2, éste de hierba natural y actualmente utilizado como auxiliar por el primer equipo y para los entrenamientos del Racing B.

Uno de los problemas planteados es el escaso espacio disponible entre los campos 2 y 3, de modo que conseguir esta doble orientación sería una meta compleja. En caso de que no fuese posible, se optaría por dar servicio al campo 3, dado que es en ese donde juegan los equipos de la institución que pagará las obras. Los de las categorías inferiores racinguistas y de otros clubes de Santander. Asimismo, en ese terreno de juego es donde juega habitualmente sus partidos el equipo femenino, que este año ha ascendido a la Primera B, categoría en la que jugará la próxima temporada.

Además del beneficio para el Racing, el objetivo fundamental de la FCF en este aspecto es dar cobertura a sus propias actividades. Y es que la Federación puede utilizar las instalaciones en virtud del convenio firmado con el Racing y el Ayuntamiento de Santander y por el cual sufragó la reparación de los dos campos de césped sintético de las instalaciones verdiblancas. Por ejemplo para los cursos de entrenadores o para exámenes arbitrales, entre otros.

La gran actividad que ha mantenido siempre el Racing en sus instalaciones de entrenamiento se vio incrementada con la incorporación de los equipos femeninos, las actividades federativas y una decisión del director deportivo, Chuti Molina: la de dejar el campo 1 (el principal, con grada anexa al edificio multifunción) en exclusiva para los entrenamientos del primer equipo, lo que ha exiliado incluso al Racing B, que el pasado curso jugó como local en Villaescusa.

Según pudo saber en su día El Diario Montañés, el club sí se planteó (en este caso ni siquiera se ha encargado estudio, sino una posibilidad de futuro) de construir una grada junto al campo 2. El ascenso a Segunda puede ser un aliciente para acometer esta actuación, aunque económicamente el Racing tiene ahora mismo otras prioridades. En este caso sí que miraría sólo a este terreno de juego y nunca al 1.