El tren pasaba por el Racing
Rubén Alves, Jordi Mboula, Miquel Parera y Jorge Pombo caminan firmes hacia la que puede ser su mejor temporada desde que llegaron a la élite
Rubén Alves, Jordi Mboula, Jorge Pombo, Miquel Parera... Su tren pasaba por el Racing. Los cuatro lideran ese vagón de futbolistas que han alcanzado ... en el Racing uno de los mejores momentos de su carrera en números, sensaciones y datos. Para unos, como Rubén Alves, que nunca había jugado tanto ni tan seguido en el fútbol profesional, el expreso que sale de Santander apunta a ser su mejor año con creces.
Otros como Mboula, que sabe lo que es jugar en lo más alto de las Ligas francesa (Mónaco) y española (Mallorca), viajan en primera clase tras lograr su mejor registro de goles desde que dio el salto a la élite. En el caso de Pombo, sus datos se acercan a sus mejores momentos en el Zaragoza, el equipo que le vio formarse, y tras varios bandazos ha vuelto a colocarse en el andén perfecto para subirse al tren de la alegría de nuevo. A esta terna se puede añadir Miquel Parera, que ya suma más del triple de partidos de los que acumuló en tres temporadas completas en el equipo de su casa (Mallorca), entre Segunda y Primera División. Para cualquiera de los cuatro, el tren futbolístico pasaba por el Racing.
Ellos son los ejemplos más significativos de un Racing que está despegando tímidamente en este último tramo de la temporada y en el que el rendimiento de algunos futbolistas está superando incluso las previsiones más optimistas. Los cuatro mejoran sus datos, su regularidad y todos -en mayor o menor medida- ofrecen unas sensaciones muy esperanzadoras. Lo de Rubén Alves puede hasta sorprender. El hispano-brasileño nunca había jugado tanto ni tan bien.
Su carrera en la élite no es muy larga, apenas se limita a la pasada campaña en la que participó en 27 partidos, 17 de ellos como titular. Él mismo admitía que no recordaba «jugar más de dos partidos seguidos». Este año lleva 29 y 27 completos. Salió de Ibiza rumbo a Santander con la vitola de cuarto central y ahora es el único indiscutible. Firmó dos años y aunque aún no ha trascendido, es más que probable que el club quiera amarrarlo antes de que sea demasiado tarde.
El caso de los Mboula y Pombo responde a una segunda oportunidad. El catalán era una promesa de la cantera del Barcelona por el que el Mónaco pagó tres millones de euros. Sin embargo en Francia no jugó más que diez partidos en dos temporadas para regresar a España y no encontrar su sitio ni en Segunda -Huesca y Mallorca- ni en Primera (Mallorca). Los 28 partidos que acumula en el Racing están a uno de los 29 que sumó un curso con el club bermellón y doblan los registros del resto de participaciones. Por supuesto que en goles no hay punto de comparación. Su puntería nunca pasó de un tanto y en Santander ya lleva seis.
El caso de Jorge Pombo reúne varias similitudes a las de su compañero; el maño partió del Zaragoza con el rol de estrella precoz, pero no terminó de 'romperla'.
Firmó buenos datos en Segunda en dos campañas en La Romareda, en las que con 32 (2017-18) y 39 (2019-19) partidos, respectivamente, anoto cinco y cuatro goles, cuando apenas tenía 23 años. Pero luego, sin bajarse de la élite e, incluso, debutar en Primera con el Cádiz no mejoró su rendimiento. De hecho, ahora mismo, con doce jornadas por delante, en el Racing ya ha superado lo que el pasado año hizo en el Oviedo, donde jugó 23 partidos, los mismos que aquí, pero mientras que con los carbayones fue una vez titular y anotó un gol, en El Sardinero lo ha sido en 21 ocasiones y ha firmado tres dianas.
Además, el rol que ahora tiene Jorge Pombo en el Racing es el de 'jefe'. Su carácter y clase le colocan como una de las referencias de la plantilla. Bien es cierto que sus primeras actuaciones con la camiseta racinguista estuvieron en un nivel muy alto y que ha perdido un poco de gas con el paso de las jornadas, pero aún así su importancia en la plantilla es total. Fue indiscutible con Guille Romo y lo es ahora con José Alberto. Es uno de los factores diferenciales que tiene el Racing y él asume su papel sin remilgos.
Para el cuarto en discordia, Miquel Parera, no se puede definir mejor: el Racing era el tren que tenía que coger. Pasó por su puerta cuando se cansó de ser suplente y tomó la decisión más difícil hasta entonces: salir de su casa y apostar por buscar su sitio en el fútbol. Se bajó del escalón de Segunda División donde militaba el Mallorca la temporada que el club bermellón ascendió a la élite para fichar por el Racing en Primera RFEF. «Llegó la hora», reconoció el día que llegó a Santander. Acertó.
Empezó suplente, a la sombra de Lucas Díaz, y parecía que iba a repetirse lo de todos los años, pero de repente apareció y no volvió al banquillo. Ahora mismo suma 55 partidos consecutivos de Liga como titular. Su rendimiento no ofrece dudas y apenas ha suscitado debates. En verano firmó Jokin Ezkieta como el 'enemigo' para la portería y el manacorí no le ha dado tregua. Sus actuaciones han contribuido a que el equipo ascienda y ahora, a que el grupo haya sumado puntos cuando más falta hacían. No falló cuando dijo hasta luego en Mallorca.
Ellos, los cuatro, son los ejemplos más significativos, pero no los únicos. Otros están también muy cerca de alcanzar sus mejores registros. Obviamente para Dani Fernández se trata de su primera temporada en el fútbol profesional, pero aún así sus 26 partidos y 21 de ellos titular nunca se habían producido. El lateral, de apenas 25 años, está en su mejor momento aunque lógicamente le queda mucho tiempo para seguir superándolo. Y como el joven madrileño están otros que están alcanzando una excelente regularidad a bordo del expreso racinguista; es el caso de Aritz Aldasoro, que está a tres titularidades de igualar lo que hizo el pasado año en su Real Sociedad B -se formó en Zubieta- y su crecimiento está siendo sonoro. O el propio Íñigo Vicente, que con un gol más empatará los mejores datos goleadores de su carrera.
Cuando el equipo marcha a nivel colectivo el rendimiento de los futbolistas de manera individual se multiplica. De este modo, hasta los canteranos que tienen alguna posibilidad de aparecer aumentan su rentabilidad. Con Íñigo Sainz-Maza se dispara este ejemplo, dado que si en Primera RFEF se consolidó sin debates ahora en su primer curso en Segunda División está atrayendo el interés no solo de los de casa.
Vuelta al trabajo sin Bobadilla y pendientes de Satrústegui
Dos días después de ganar en Málaga, el Racing regresa hoy (10.45 horas) a los entrenamientos en La Albericia. El equipo comenzará a preparar el duelo del próximo lunes en El Sardinero ante el Huesca (21.00 horas). En principio, salvo sorpresa y contratiempo, José Alberto podrá contar con todos los efectivos a excepción de Pablo Bobadilla, que continúa con su proceso de recuperación de la lesión de hombro. Durante estos días, además del tiempo que la plantilla viajó a Málaga, Eneko Satrústegui trabajó en solitario y al margen de sus compañeros. Hoy es probable que pueda sumarse al grupo, aunque lógicamente habrá que esperar la evolución de su dolencia para confirmar si el navarro se une a sus compañeros. Aún es pronto para sacar conclusiones sobre si José Alberto medita cambios para el choque con el Huesca. Íñigo Sainz-Maza vuelve tras cumplir la sanción de un partido.
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