Alcobendas arrolla a un frágil Independiente

Cuarto partido sin ganar para Aldro Energía Independiente, que perdió de forma contundente en casa de Lexus Alcobendas. Los Bisontes no tuvieron opción de ganar en ningún momento, y vieron cómo el equipo granate mostraba toda su calidad individual. Un partido más, el rival dejó patente la fragilidad de la defensa del equipo cántabro. En ataque solo fue capaz de provocar algún daño cuando el bando local reguló, ya con todo decidido.

El reto de enfrentarse a Alcobendas en Las Terrazas se antojó demasiado exigente para Independiente. El equipo madrileño, sobrado de recursos en comparación con los de Santander, explotó todas las cualidades de su quince de gala. Demostró estar varios pasos por delante tanto física, como técnicamente. Es por eso que el conjunto local se adelantó muy rápido y puso tierra de por medio en menos de media hora.

Mathieu Belie organizó un rugby de muchos quilates. Ágil, supo aprovechar los despistes de Independiente, y cada vez que sacó rápido pudo ganar metros. Parecía estar un punto más enchufado que el resto, y se notó mucho en el primer ensayo. Una jugada iniciada por él, en la que ganó quince metros a la carrera, el balón volvió a sus manos para que pusiera una patada al hueco excepcional. Mauricio Londoño captó la idea y posó sin demasiada oposición.

Independiente, desbordado por la rapidez de ideas de Belie y compañía, vio como la posesión y las ofensivas de Lexus Alcobendas continuaban. Los hombres dirigidos por 'Tiki' Inchausti se plantaron en la veintidós del equipo cántabro rápidamente. A la salida de una touch, con la línea aún desorganizada, Semple y Belie se las apañaron para romper la defensa y apoyar el segundo ensayo. Su dominio era total.

Alcobendas, a pesar de verse muy superior, no bajó el pistón. Quería los cinco puntos a toda costa. Antes de que se cumpliera el minuto 22, el cuadro local volvió a plantarse en la frontal de la línea de ensayo. Con una melé imponente y la habilidad de Manawanui Williams en la continuación, el conjunto madrileño sumó su tercera marca. Además, esa vez Belie no perdonó con el pie y sumó dos puntos más.

Los Bisontes no pudieron hacer nada para evitar el castigo constante de Alcobendas. Con la losa de esos tres primeros ensayos, el conjunto local mostró todo su repertorio de rugby. Como faltaba el touch y maul, los jugadores de casa se dispusieron a practicarlo con éxito. Tapili se salió de la agrupación para apoyar por cuarta vez, un golpe más para los pupilos de Mozimán.

El espejismo de reacción llegó en el minuto 35, cuando Mariano García se inventó una patada al espacio y Enzo Beltramino la cazó ya dentro de la zona de marca. Pero ahí se quedó la cosa. Alcobendas no estaba dispuesto a especular y volvió a las andadas. Casi en la siguiente acción; Schab, Linklater, Londoño y Williams demostraron cómo es posible ganar 50 metros con cuatro pases precisos y unos buenos apoyos en corto. Otros cinco puntos para para el bando madrileño.

Para redondear una de las mejores primeras partes de todo el año, Lexus Alcobendas se aupó hasta los 38 puntos con la ambición y la insistencia de quien juega con un marcador apretado. Tres cuartos y delantera trabajaron conjuntamente hasta que Urbaitis encontró hueco debajo de los postes. Todo un ejercicio coordinación ante el que Independiente no pudo más que aplaudir.

Visto el magnífico rugby practicado por el cuadro anfitrión en la primera parte, la segunda parecía imposible que guardase sorpresas. En la reanudación, el guion del partido continuó de la misma forma. Belie mantuvo la batuta, y el equipo de Santander trató de que el resultado fuera lo menos sonrojante posible. Porque la enorme diferencia era ya insalvable.

Londoño abrió aún más la grieta nada más empezar. Otra jugada magistral del tres cuartos de Alcobendas dinamitó la defensa de Independiente. Así, el ala colombiano anotó su segundo ensayo de la mañana. Una marca que pareció poner fin a la dictadura de los jugadores granates. Ya fuera por relajación, por economizar energías o por orgullo del conjunto cántabro, las tornas cambiaron.

Durante diez minutos, Aldro Energía Independiente sacó su mejor juego y recortó distancias. Primero sumó Olmedo, tras una contra brillante de Contardi, Pamieri y Beltramino. Luego llegó una gran acción de Nieto, abriendo hasta Solís en la derecha y consiguiendo cinco más. Y más tarde Palmieri protagonizó una cabalgada de casi 80 metros desde que interceptó un pase en su veintidós. Una carrera con premio, pero que le dejó sin aliento.

Ese conato de rebelión de la escuadra de Santander fue frenada por Jano Cherr. Alcobendas no tuvo más que acariciar el acelerador para devolver la iniciativa a los suyos. Su velocidad de circulación siempre encontró las cosquillas a la línea de los Bisontes, y una vez más fructificó. Cherr percutió desde la izquierda y firmó el cese de las hostilidades entre los dos equipos a quince minutos del final. Con el 50-22, ambos firmaron la paz.