816 maneras de sonreír
El legendario guitarrista cántabro Juanjo Respuela reúne en el bar Canela (Cañadío) una muestra con cientos de fotografías de artistas y otras figuras de su entorno más íntimo
Es una colección de sonrisas. En total, 816 fotografías, ventanas con vistas a diferentes rostros que son el mejor testigo del paso del tiempo. «Esta ... idea nació tras una tarde de cervezas cuando empezamos a salir de casa tras la pandemia y mira en lo que se ha convertido», explica Juanjo Respuela.
El productor y mítico guitarrista de la banda cántabra Bloque, que es historia viva del panorama del rock nacional, ha reunido esta muestra que se puede contemplar estos días en el bar Canela, en Cañadío. «Son todo amigos, familia, artistas, personas con las que tengo un vínculo y que tienen un significado en mi vida», cuenta. Sin quererlo ha inmortalizado a varias generaciones que forman parte del panorama musical nacional y a otros tantos que, de alguna manera, son pilares de su particular mundo. «Algunos ya no están entre nosotros, y por eso las fotografías son un homenaje a ellos», cuenta, y todos posan con el Macguffin que sirve de excusa para tomarse la imagen: una gorra.
«Me la compré cuando nos dejaron salir de casa, para pasar el verano, en pleno 2020. Y un día, tomando cervezas con unos amigos, comenzamos a jugar a que todo el mundo se la probara», recuerda Respuela. Le hizo una foto con ella a cada uno y las fue coleccionando. «Lo bonito es que yo les decía que la gorra tenía poderes porque era capaz de sacar una sonrisa de todo aquel que se la ponía».
La anécdota se convirtió en rutina y cada vez que Respuela salía a la calle a dar un paseo y se encontraba con un conocido, le invitaba a formar parte de la performance. «Hay muchos antiguos amigos. Gente que me ha acompañado toda la vida en el mundo de la música. Otros que tienen alguna relevancia en mi vida por cualquier circunstancia. Hay músicos, claro, pero también fontaneros, administrativos, familiares, etc». Con todos, dice, tiene lazos afectivos.
«Hace tiempo que desistí de salir de un garito a las dos de la mañana con todos los trastos y 50 míseros euros en el bolsillo»
Juanjo Respuela
«Sólo faltan políticos». ¿Por qué? «Porque como decía la gorra tiene poderes y es capaz de sacar sonrisas sinceras de cualquiera; pero no le valen las de los políticos. Por algo será», ironiza. La muestra permanecerá en el bar Canela (Cañadío) durante las próximas semanas y son muchos los que se acercan para encontrarse. «Otros van para ver a los que conocen, pero todo el mundo está muy contento y tengo que darle las gracias a Tito, dueño del bar, porque de él ha salido la idea y se ha ocupado de organizarlo todo. Ha quedado realmente bonito».
El Canela es uno de los locales santanderinos donde se sigue trabajando para mantener la actividad cultural. Se organizan conciertos, proyecciones de cortometrajes, monólogos... «pero no es lo habitual», lamenta Respuela. «En esta tierra es muy difícil dedicarse a la música porque no hay un mínimo de dignidad». «Yo hace tiempo que desistí de salir de un garito a las dos de la mañana con todo el material para recoger a casa y con cincuenta míseros euros en el bolsillo».
Faltan medios, y sobre todo, apoyo institucional. Una labor por parte de las instituciones para facilitar el trabajo a aquellos que quieren hacer del arte en general, y de la música en particular, una forma de vida. «Me da mucha pena que veo que en esta región, con lo pequeña que es, hay muchísima creatividad. Hay muchos jóvenes músicos que son buenísimos y que van a tener que hacer una gruesa coraza para defenderse en este mundo tan compilado. Ojalá las cosas cambien», piensa. Entre tanto, quedará la música. Ese sonido inmortal de su guitarra en esos solitarios de los directos de Bloque que están en la memoria de los melómanos.
The Respuela New Dream Band se presenta hoy
El bar Tía Felisa de Revilla de Camargo será el lugar donde esta tarde (20.30 horas) se ponga de largo el nuevo proyecto de Juanjo Raspuela, que vuelve a las andadas musicales (si es que las dejó algún día). «Fui el guitarrista de Bloque, luego hice Notas al Margen y ahora comparto mis temas con unos musicazos». Así resumen el músico esta nueva andadura. Esos «musicazos» que le acompañan serán Raúl Queveda en el vibráfono, Dani Trueba a la batería, Adrián Buenaga al saxo e Iván Ibáñez al bajo. Son muchos los que han celebrado, desde el anuncio del concierto, el regreso de Raspuela a su lugar natural: guitarra en mano.
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