«Estar expuesto te marca y habría que proteger a los niños de los talent shows»

-¿Cómo definiría el sonido de 'Loopholes'?

-Ha sido todo un descubrimiento, muchas sorpresas y un gran aprendizaje. He mezclado más el jazz; ya no es tan clásico, sino que abarca estilos más contemporáneos. Se fusiona con más influencias de las que hasta ahora había mostrado con mis proyectos y mi carrera. También es una banda diferente a mi quinteto, con el que siempre he tocado. Cada concierto lo celebramos y me devuelve más energía de la que me saca. Normalmente acababa cansada de haber compartido tanto, haber dado tanta energía y me daban ganas de dormir. En cambio ahora, tras los conciertos me dan ganas de acercarme al público, charlas, firmar discos. Encuentro la onda y me hace gozar mucho.

-Se había acercado a los sonidos de Brasil y ahora añade ritmo de cumbia.

-Sí, el penúltimo disco era un homenaje a la música brasileña y me fui hacia cosas diferentes, pero en este proyecto hay una cumbia que me encanta, me enamoró y quise hacerla de una forma u otra. Hacemos nuestra propia versión, transmitiendo mucha fuerza. También canto en español, frente a las letras en inglés y en catalán, y eso me conecta con el público.

-¿Que importancia tiene el músico Joan Chamorro en sus primeros años y su evolución?

-Ha sido la persona que me ha acompañado y ha permitido que tenga una carrera propia a desarrollar. Eso ya es mucho. También ha sido mi mentor a nivel pedagógico y profesional. Me ha dado muchas herramientas y hemos compartido mucho, equiparándonos a un mismo plano de cooperación más que de profesor a alumna. Cada uno tiene sus proyectos y me he desprendido un poco del rol de hacer solo cosas con él, pero siempre quedará haber compartido esa historia previa.

-Empezó a cantar a los 3 años. ¿En qué momento se dio cuenta de que iba a ser algo más serio que una extraescolar?

-Casi desde el principio. A los quince años es cuando seguramente pensé que tenía que darle a ese hobbie otra dimensión. Ya me estaba yendo bien y tenía muchos conciertos. Decidí sacarme de la cabeza cualquier otra carrera o profesión, no poner otros focos y pensar en derivar mi energía hacia esa oportunidad que estaba teniendo y regarla para que pudiera crecer.

-Con su experiencia, ¿a favor o en contra de los talent show?

-(Ríe). Durante mi infancia y adolescencia he huido de los talent shows, porque precisamente he tenido varias ofertas, tanto para participar en Eurovisión, en castings, en discográficas como Emmy o Universal para formar parte de su catálogo a edad muy temprana. Descarté todas esas opciones que no sé dónde me habrían llevado a día de hoy,

-¿Y a dónde le ha llevado la otra opción?

-A día de hoy me autogestiono, estoy feliz donde estoy, sin tener que precipitarme ni formar parte de una industria que quizá me habría hecho muy conocida, por muy poco tiempo y causado muchos altibajos. De esto no tengo muchas dudas porque conozco personas cercanas que han sido personajes en estos talent shows y les ha ocurrido.

-¿Vivencias negativas?

-De ser muy famosos a que, al día siguiente, cuando han crecido, ya no les conocen. Se han cansado mucho y les ha costado volver a tener su carrera o su trabajo. No lo valoro positivamente, no como espectador sino como participante. Un niño no está necesariamente 'amueblado' y una situación profesional de este tipo te desestabiliza. Es mucho el trabajo de encontrar tu sitio interiormente. Se debería proteger a los niños de esto o hacerse de otra manera, que es lo que he vivido en mi caso desde muy joven. Estar expuesto al público, de según qué forma, te marca para toda la vida.

-Acabó grabando en el mismo sello que John Coltrane. ¿Cómo se siente cuando lo piensa?

-Muy bien. En su momento pensé; qué curioso, con 15 años renuncié a Universal y unos diez años después firmé con ellos. Era diferente el contrato de una época y otra. Ahí gané, no como una competición contra nadie, sino me di el tiempo de que no me cogieran como un cazatalentos buscando algo bueno por marketing, sino como artista que ya estaba en el mercado, con un perfil artístico propio. Es una cooperación y no una marioneta.

-¿Qué ocurre si, como dice su canción, das más de lo que puedes?

-La hice en un momento de inflexión, cuando estaba empezando a liderar mis proyectos. He sido una joven expuesta al público y esta canción lo representa bien; cómo te marca. Habla de dar mucho pero no cuidarte lo suficiente. He estado rodeada de personas que me han cuidado y me han querido mucho, que valoran el trabajo por encima de todo. Así es como he crecido. Ahora, con mi propia familia, tengo a mi pareja, que valora mucho más el tiempo libre de uno mismo y el espacio personal, que me ha ayudado a dar lo mejor de mí. Ahora cada concierto es una ocasión especial; es casi un ritual, casi sobrenatural.

-¿Siente que ha vivido más que alguien de su edad?

-Hasta ahora estoy feliz de poder hacer lo que me gusta y mi único deseo es que se mantenga. He tenido la suerte de poder ir cambiando a mi antojo y según mis propias experiencias. Hoy en día, hacer lo que me gusta, se está convirtiendo en mi causa. Animar a las personas a que lo hagan, porque tiene que ver con nuestra salud, nuestra satisfacción y hacer un mundo mejor. Si uno está a disgusto con lo que hace la mayor parte de su tiempo, esto afecta a todo su entorno y a cómo funcionan las cosas. Tenemos que esforzarnos para encontrar nuestro lugar, porque solo tenemos una oportunidad y hay que vivirla plenamente.