Los Secretos: «El público nos ha sacado de hoyos malditos, depresiones y tragedias»

-Estamos terminando la gira que hemos planteado como un acto de agradecimiento al público que nos ha permitido estar cuarenta años en los escenarios. Cuando empiezas tu carrera artística nunca crees que vas a sacar un segundo o tercer disco. El público es el que ha escrito nuestra historia llenando teatros y salas de concierto. Esta gira es un pequeño homenaje a nuestro gran público que muchas veces nos ha sacado de hoyos malditos, depresiones y tragedias. Nos transmite energía pese a que nunca hemos sido número uno en las listas de los más vendidos. Hemos tenido nuestra propia forma de entender la música pagando un alto coste porque en ocasiones nos hemos visto excluidos de un panorama musical que no aceptaba lo clásico, el pop o el rock hecho con canciones, guitarra y sentimiento. El público nos ha devuelto ese vacío mediático y de atención de las discográficas. Pese a no ser número uno ni adalides de las modas, cuarenta años después el público sigue con nosotros.

-Hemos elegido las canciones de entre la opinión de nuestros seguidores en redes sociales o las más visitadas en estos últimos años en las plataformas de música... Hay canciones que forman parte de nuestra historia y queríamos confirmarlo con el público que es el que ha elegido el repertorio. Es un público al que tanto queremos y debemos porque son los que deciden que estemos hoy aquí. Es un acto democrático y libre que no se puede manipular. Algo tendremos para durar tanto tiempo y pasar de una a otra generación, además de superar modas. La música no entiende de razas, colores o fronteras, es mucho más que eso.

-Fue muy inocente. Hoy, por ejemplo, la gente empieza muy bien preparada y habla de managers o de grabar discos. Antes no había academias o escuelas, ni siquiera vídeos de 'youtube' con tutoriales. Éramos más inocentes, no nacimos con un plan de vida o un trabajo, sino que buscábamos un sueño, jugábamos a ser mayores en una época, los años setenta, en la que la música estaba muy viva. Nos vimos bombardeados por cantidad de información que noqueó a una generación entera. Mucha gente convirtió la década de los ochenta en la más esplendorosa en cuanto a creación y culto a las bandas. Luego, el mundo industrial y la apertura de internet o la falta de legislación hizo que la gente dejara de comprar discos. Han sido cambios muy bruscos, del vinilo al CD y a la nada. Ha sido difícil adaptarse, aunque también tiene su parte positiva porque una canción se da a conocer de forma más fácil. Nuestros inicios fueron más inocentes, éramos tres hermanos y un amigo en 1978 que jugábamos. El primer dinero que ganamos pensamos todos en qué hacer con él.

-No tengo ninguna preferida por temas personales, pero cuando sacas un disco en medio de mucha competencia, que apenas se vende y no se escucha en la radio... lo ves como un disco fallido. Y resulta que 23 años después tu canción más conocida es 'Pero a tu lado', de ese disco, que ni se ha promocionado ni ha sido banda sonora de una película. Ante esto, le das más importancia a esa canción que a otras.

-Hay dos pilares, la profesionalidad y un sonido peculiar. Tenemos una identidad sonora desde el principio que la gente asume como nuestra. La gente no quiere ver a Los Secretos en directo, quiere escuchar sus canciones, que son las que perduran en el tiempo. Las canciones significan el principio de una relación o el final de otra, son historias de la vida. Si una canción no se identifica con alguien o con una historia está vacía de contenido, no tiene valor.

-No he dejado de aprender nunca. La música son doce notas y desde los primeros compositores clásicos hasta hoy no se ha inventado una nueva. Es un mundo maravilloso que mezcla matemáticas, física y religión. Es algo mágico y no hay nada parecido en el mundo que sea tan sencillo y transmita tanto. El teatro, la danza y la música son los pilares de la cultura de una especie que cuando no se mata en guerras o se pelea por dinero, se acuerda de que tenemos la cultura para no ser como una piedra o un jabalí.

-No tengo más que levantarme el sombrero y felicitar al nuevo mundo porque cualquier primer disco suena como el quinto de Los Secretos. La gente está cada vez más preparada aunque si tengo que poner una pega es que la gente dedica cada vez menos tiempo a las canciones y más a los vídeos. Antes, cuando la música se escuchaba en la radio o una cassette se daba más importancia a la canción. Ahora, prima la imagen. Es la impresión de un viejo que se pregunta a veces dónde está la canción. Últimamente con el tema tan latino que nos ha invadido, al que respeto, el ritmo, la cadencia y la sonoridad es más importante que el texto o la melodía. Yo prefiero las canciones que tienen su curro, su estribillo, su historia, sus pausas y sus respiraciones.

-Nosotros somos una banda familiar de la que viven muchas familias y esa maquinaria tiene que seguir engransándose. Estamos grabando un nuevo disco y seguiremos cantando porque cada milímetro que avanzamos es para hacer un disco mejor... En música, no hay vida suficiente para llegar a la perfección, cada avance es infinito. Mientras pueda me permitiré el lujo de disfrutar de una profesión maravillosa.

-Hay un lenguaje universal con blues, soul, country, baladas, boleros y tangos que hablan de la vida, de las emociones y los recuerdos. Nunca encontrarás política o economía en nuestra música.