'Sol rojo', diez destellos musicales de la nueva obra del cantautor Pedro Martínez
El veterano músico regresa con un trabajo que se postula más abierto y transparente sin renunciar al intimismo y la poética inherentes a su trayectoria creativa
«Un cuaderno para las certezas/una biblioteca para su ignorancia/una playa aún sin huella/ y ese sol pintado que se escapa...». El inventario, no exento de metáfora poética, forma parte de 'Sol rojo', la letra que con voz entra, que preside el nuevo trabajo del cantautor cántabro Pedro Martínez. Diez temas, una mirada emocional cargada de historias y sentimientos con un ideario proyectado al exterior. Hace apenas cuatro años veía la luz su anterior grabación, 'Arrullado por dragones', un «directo de estudio» con once temas originales. El cantautor cántabro edita ahora su segundo disco en solitario arropado por amistades y complicidades creativas.
'Camino', 'La noche', 'La puerta', 'Mar de dudas', 'Transparente' y 'El último tren' son algunas de las canciones que integran 'Sol rojo' con ilustraciones y diseño de Fresia Puente, trabajo grabado en los estudios Moon river. El veterano Pedro Martínez, autor de las letras y la música de todas las canciones que configuran la nueva creación, está acompañado según los temas por la guitarra de Iván Velasco, Cosme del Olmo, piano, pandero cuadrado, Fresia Puente, el bajo acústico de Mario Fernández, las percusiones de Moncho Mira, más las voces de Sara García, Marisa Lavín y Patricia Cuezva. En el trabajo caben itinerarios, diálogos de presente y pasado, nostalgia, trayectos, referentes de lecturas y mitos, ironía, sombras, fragmentos, vuelta de tuerca, interrogantes, incertidumbres, temores y oportunidades.
De nuevo una creación con temas reflexivos, atravesados por un sentido lírico y arropado de manera coherente por palabras, colegas, músicos y voces que, al igual que en el pasado, crean esa atmósfera de complicidad y de terreno compartido. Pedro Martínez, junto a José Ramón San Juan, Gabriel Martín, Chave Muñiz, La Trova, el fallecido Santos Zabala en el recuerdo, entre otros muchos, formó parte del territorio surgido desde la calle y la cultura popular para contar historias cotidianas. Integrante fundacional del histórico colectivo Cantera, su anterior trabajo, esos once temas originales compuestos por el músico, iniciaron una travesía que ahora se certifica: su querencia por contar historias, aliento poético, coherencia creativa en lo musical y en la escritura y respuesta a una necesidad. Lo ha dicho en ocasiones: componer es «un intento de entablar un diálogo interior, de traducirte, de exponerte en el sentido de sacar al exterior aquello que permanece oculto, agazapado». Y, al tiempo, es «algo íntimo y en ocasiones complicado por lo que supone de tener que vencer el pudor, de mostrarte en crudo ante los demás». A través de la creación de Pedro Martínez aflora siempre la referencia de su grupo La Teina y el recuerdo de Cantera. El Colectivo Cántabro de Cantautores supuso la vuelta a los escenarios de un nutrido grupo de músicos y el acercamiento a las tablas para otro grupo generacionalmente más joven.
Los trayectos emocionales, dudas e inquietudes se suman a su anterior trabajo, 'Arrullado por dragones'
'El teatro de papel'
El pasado año Pedro Martínez, también docente, publicó 'El teatro de papel' su libreto de teatro infantil, integrado por tres entremeses e ilustrado por Fresia Puente. Tres piezas escénicas para público infantil que el maestro del Colegio Público 'José Ramón Sánchez' escribió en principio para sus alumnos. 'Leonardo y la Mona Lisa', 'Altamira' y 'El descubrimiento de América' fueron los títulos que recorren un libreto nada clásico que aprovecha para implantar algunos conceptos en los escolares sin olvidar la ligazón con Cantabria.
En 'Sol rojo' el cantautor se define en el camino, se adentra en la noche, refiere puertas abiertas aunque sea inútil escapar, imagina palabras mudas, juega con el disfraz, lo aparente y lo que no es, se interroga sobre su mar de dudas y se diluye ante ese 'sol rojo' que seguramente será lo último que verá el ser humano al final de la civilización. Entre sus confesiones, Pedro Martínez reconoce compilar temas propios que quedan varados sin un destino ya predeterminado. «No soy, a pesar de la fama que acarreamos los músicos, un tipo vanidoso. Simplemente me gusta el oficio de hacer canciones».