Más de 145.000 hogares de la Cantabria rural tienen acceso ya a internet de alta velocidad
Ibiocom hace balance, en pleno estado de alarma, del calado del plan para desplegar fibra en zonas dispersas, con 90 millones de inversión
En pleno estado de alarma, en el que el confinamiento ha vuelto a alejar a los ciudadanos unos de otros y consolidando, si no lo eran ya, a las tecnologías de la información y la comunicación como el nexo articulador de la vida diaria, el esfuerzo por dotar de conexión a internet de alta velocidad a la Cantabria rural ha rendido fruto. Así lo confirma la firma regional Ibiocom, que pone cifras al trabajo llevado a cabo durante dos años y medio: 146.000 hogares de las zonas dispersas de la Comunidad disfrutan de una calidad de conexión de las más elevadas de Europa.
La compañía ha aprovechado la particular coyuntura para hacer balance del estado de su proyecto, que la misma Ibiocom define como «uno de los más ambiciosos en la región» y cuyo carácter cohesionador y de anclaje al territorio cobra hoy en día mayor sentido dadas las restricciones al movimiento de personas que imperan para frenar la expansión del coronavirus. La firma impulsada por el empresario Luis Marina echa la vista atrás y rememora cómo «la inexistencia de inversiones en zonas rurales en materia de telecomunicaciones llevó a Ibiocom a la búsqueda de recursos y proyectos que pudieran paliar esta deficitaria situación de desventaja: un impulso para apoyar el ámbito rural y las zonas más alejadas de los núcleos urbanos de Cantabria. Una apuesta de enorme dificultad que hoy adquiere mayor sentido, tras el esfuerzo de Ibiocom por atraer inversiones millonarias extranjeras a Cantabria para la puesta en marcha de grandes proyectos de infraestructuras. Todo ello se ha materializado en el más rápido despliegue de una nueva red de fibra óptica en una región dentro de la eurozona y, lo que resulta más importante, ha dado servicio de internet de alta velocidad a zonas rurales de la comunidad de Cantabria que hace apenas dos años carecían de una mínima conexión».
La organización cántabra encontró como compañero de este viaje al operador Adamo. «Los 45 millones de capital privado y aportados por Adamo a través del fondo de inversión EQT son el resultado de la gestión de Ibiocom en la búsqueda de financiación para sus proyectos. El fondo de inversión sueco ha apostado por la empresa cántabra y su innovador modelo de despliegue, consistente en recurrir a las canalizaciones de energía eléctrica ya existentes para compartir con ellas el cableado de fibra óptica; esto minimiza los costes de despliegue, eliminando la obra civil y las molestias que ello ocasiona a los ciudadanos», defiende la empresa.
Pero el proyecto no acaba ahí. Actualmente la organización está cubriendo a buen ritmo su plan de acción conectando entre 4.000 y 6.000 hogares al mes. A principios de 2021 ya se habrá alcanzado la cifra objetivo de 200.000 viviendas en total, «con lo que la meta se habrá podido rebasar un año antes de lo esperado». En su conjunto, la iniciativa industrial habrá aglutinado una inversión de 90 millones de euros, «una de las mayores de capital extranjero» en la Comunidad, recuerda Ibiocom.
En cuanto a empleabilidad, alrededor de 200 personas, entre ingeniería, desarrollo, investigación o trabajo de campo, colaboran en el proyecto.
Expansión
La aventura tiene más recorrido. Prueba de ello es la firma de otro acuerdo, siguiendo el modelo de despliegue cántabro, para desarrollar trabajos similares con la fibra en Asturias, Palencia y la provincia de Lugo. Ibiocom ya ha conectado 25.000 hogares fuera de la Comunidad y confía en seguir desarrollando su modelo de trabajo en provincias cercanas.
Eso no es todo. «Nuevos proyectos verán la luz próximamente. Nuevos formatos y nuevos trabajos que compaginarán la más alta tecnología con la búsqueda de soluciones a problemas con los que se encuentran a diario miles de ciudadanos», avanza.