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El futuro de las cooperativas agroalimentarias del norte de España pasa por fortalecer sus estructuras, por crecer orgánicamente y por aprovechar cualquier tipo de ... sinergia con el fin de ser más eficientes sin perder de vista el servicio integral y de proximidad al socio. Así lo entienden los responsables de la cooperativa más importante de la región, AgroCantabria (AGC), que han tomado la decisión de ampliar su radio de acción con la adquisición de la cooperativa leonesa LAR por un importante de 2,1 millones de euros.
La operación, que se ha cerrado en estos días tras ganar el concurso de acreedores en el que había entrado la cooperativa leonesa ubicada en Vegallina de Órbigo (a 35 km de la capital provincial) a finales del pasado mes de enero, representa una oportunidad para AGC ya que es complementaria a la actividad que desarrolla en la actualidad.
2.800 Socios
tiene AgroCantabria, de los que aproximadamente 1.900 son ganaderos en activo
110 Millones
es la cifra de negocio a la que puede llegar AGC a corto plazo tras la adquisición de LAR
Con esta operación, AgroCantabria, que había pasado en los últimos cinco años de los 57 millones de facturación a algo más de 90 millones -previsión para este 2025 tras la adquisición reciente de Servicios Cárnicos Treto-, mira al horizonte con un plan de negocio que la puede situar a corto plazo en una facturación cercana a los 110 millones de euros.
El consejo rector que preside José Ángel Pereda y el director general de AGC, Jacobo Alonso, han tomado la decisión porque la cooperativa LAR -fundada en 1966 y con algo más de 300 socios-, pese a la mala gestión realizada en los últimos años especialmente a raíz de la inversión en un secadero de maíz cuya amortización a corto plazo se le atragantó, tiene una serie de activos que fortalecen y complementan su negocio y su servicio a los socios.
Por un lado, AgroCantabria va a poder crecer con un incremento en la venta de piensos a sus nuevos ganaderos-socios de LAR ya que todos los kilos que se hagan de más en la fábrica de piensos de Viérnoles diluyen los costes fijos que ésta tiene y por tanto favorece a los actuales socios de AGC.
Por otro lado, está el área de agronomía y de agricultura que en León es muchísimo más importante que en Cantabria. Adquirir una estructura líder en una zona de nuevos regadíos en la vega de un río y a una distancia razonable de Cantabria va a ayudar a la cooperativa cántabra a ser más eficientes y más rentables, creciendo en el servicio de abono o de semillas ya que la entidad cántabra a su vez forma parte de cooperativa de segundo grado que tiene una fábrica de abonos propia. LAR también cuenta con supermercado y gasolinera, actividades con las que también cuenta AGC y con las que prevé ganar volumen.
Sin restar importancia a las áreas de negocio citadas, lo que realmente ha pesado en la decisión son otras dos líneas en las que AGC no tenía presencia hasta ahora y que son muy complementarias. La primera actividad de LAR es el cereal. En esta zona, en la actualidad, hay más agricultores que ganaderos y éstos en muchos casos también son agricultores; pero hay muchos que son solo agricultores. Y el principal cereal que se cultiva es el maíz. Con la compra se incorpora a AGC una moderna instalación fabril para secar el maíz que producen los socios de LAR, básico para la alimentación animal y al que se espera sacar mucho rendimiento. El plan de negocio contempla que a partir de ahora AGC pueda ser proveedor de un maíz de primera categoría, así como de otros cereales como trigo o cebada, a otras cooperativas de norte.
De este modo, como se ha realizado con la carne, AGC prevé «cerrar el círculo», llegando directamente desde el agricultor a la distribución final.
La otra gran área de negocio que tiene LAR y que es complementaria para AGC es la marca 'Leche LAR', que es primera marca en la provincia de León y una de las más importantes en Castilla y León. Con el volumen de leche que tiene en la actualidad AGC en Cantabria, el poder disponer una primera marca líder en Castilla y León refuerza el histórico objetivo de contar una referencia propia también de primera marca en Cantabria.
El propósito ahora es recuperar la recogida de leche a los ganaderos de las zonas Babia y Omaña que se interrumpió el 7 de enero por la crisis la cooperativa LAR. Se estima que esta comarca leonesa puede aportar unos dos millones de litros al año a la cifra global de más de 60 con que cuenta AGC en Cantabria.
Desde el punto de vista humano, material y de fondo de comercio, AGC, tras el desembolso de 2,1 millones de euros, se hace cargo de 13 trabajadores -aunque está previsto reforzar la plantilla con técnicos cualificados-; de unas instalaciones que si se tuvieran que construir y poner en marcha podrían representar un desembolso cercano a los siete millones de euros; y de un volumen de negocio de entorno a 20 millones de euros.
La amortización de la inversión realizada se contempla a siete años, es decir algo más de 300.000 euros por ejercicio, una cifra que, a juicio de los responsables de AGC, es perfectamente asumible ya que «las cuentas están totalmente saneadas».
Las instalaciones que se adquieren en la operación son el secadero, con dos naves mecanizadas de 2.000 m2; otra nave para usos múltiples de 1.500 m2; dos naves más que en conjunto tenen una superficie cubierta de aproximadamente 2.000 m2; un edificio de oficinas y una tienda. Todas ellas se encuentran en la ribera del Órbigo, en el pueblo de Veguellina de Órbigo y en el polígono de Villarejo de Órbigo, donde se ubica el secadero.
Cuando las cooperativas españolas miran a Europa o EEUUse dan cuenta que la competitividad y la eficiencia pasan por hacerse más grandes, por llegar a alianzas con entidades similares y por aprovechar todas las sinergias posibles. En España, a juicio de Jacobo Alonso, director general de AgroCantabria, «van a quedar muy pocas cooperativas y nuestro objetivo es que AGC sea una de ellas a partir de un cuidado servicio de proximidad a los socios. Queremos ser una cooperativa de referencia en el norte de España y si para ello hay que salir de las fronteras regionales, habrá que hacerlo».
La historia de AgroCantabria está marcada por un constante crecimiento fruto de la fusión o integración de cooperativas o empresas. Nació en 2006 de la unión de Cooperativa Lechera SAM, Cooperativa Siete Villas, Cooperativa Cuenca del Besaya y Cooperativa Virgen de Valvanuz, a las que más tarde se sumaron S.A.T. Valle de Soba, S.A.T. Liébana-Peñarrubia y S.A.T. Valle de Aras. El resultado es un colectivo de 2.800 socios de los cuales unos 1.900 son ganaderos en activo. Las sucesivas fusiones también han permitido a AGC contar con nueve instalaciones, siete centros de servicio y dos de producción –la fábrica de piensos de Viérnoles y la sala de despiece de Guarnizo–. Este año AGC ha cerrado también la compra de Servicios Cárnicos Treto.
Y, como indica el propio Jacobo Alonso, la cooperativa, pese a la acelerada reducción del número explotaciones ganaderas en Cantabria, sobre todo lácteas, «no ha perdido cuota de mercado».
AGC basa su actividad en dos vertientes, ser una cooperativa de servicios, que de un asesoramiento integral y de proximidad al ganadero, y comercializar lo que sus socios producen.
En el ámbito lácteo, AGC recoge aproximadamente el 25 % de la leche que se produce en la región a en torno el 30 % de los productores. Y como valor añadido, cuenta sellos de calidad y con una búsqueda permanente de contratos estables con la industria del entorno para que la leche se transforme en Cantabria.
Además, cuenta con la marca de queso Pasto Real, con que pretende crecer a medio plazo, y con otros proyectos «ambiciosos relacionados con los productos lácteos de calidad de Cantabria».
La línea con la que más ha crecido AGC en los últimos años es la cárnica, apoyados en el sello IGP Carne de Cantabria. A partir de un modelos de producción sostenibles ceban más de seis mil terneros al año y comercializan hasta llegar al consumidor final otros productos y cortes con un importante valor añadido.
Jacobo Alonso, director general de AgroCantabria, ha estado en primera línea para cerrar la operación y reconoce que hubiera preferido una integración que la adquisición fruto de un concurso de acreedores.
Aunque reconoce el carácter estratégico de la operación para AGC y LAR, cree que también hay un componente de compromiso con el sector: «Con esta decisión evitamos que estructuras que dan servicio de proximidad al ganadero y al agricultor desaparezcan y al final puedan terminar en fondos de inversión o empresas 'buitre', y donde había una cooperativa que daba servicio a profesionales del sector primario acabemos viendo un bloque de pisos o una pista de pádel».
Sobre las perspectivas de futuro que se abren tras esta inversión, Jacobo Alonso cree que «la incorporación de LAR realmente fortalece a AgroCantabria, tanto a los ganaderos de Cantabria como a los agricultores leoneses. Estos, en concreto, van a poder seguir teniendo en León una estructura cooperativa a la hora de fijación de precios. Porque hay muchas formas de fijar precios, y yo respeto a las grandes multinacionales que están comprando secaderos en León o a la empresa privada, pero creo que organizaciones como la nuestra aportan algo muy importante a la hora de fijar los precios, que es fijarlos de una forma cooperativa. Es decir, que si el maíz a lo largo del año tiene fluctuaciones, que éstas no sirvan para la especulación, sino para refortalecer al productor».
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