Las ayudas a los trabajadores en ERTE 'cambiarán' las reglas de la renta en 2021
Muchos afectados presentarán declaración aunque otros años quedaran exentos y además habrá que compensar retenciones
Los más de 40.000 trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en Cantabria, además de las tribulaciones derivadas de la actual coyuntura económica, se enfrentarán en su mayoría a un nuevo contexto fiscal en la declaración de la renta de 2021, la que examina los rendimientos del trabajo de cada ciudadano, el conocido IRPF.
La razón es que la Agencia Tributaria considera hasta la fecha el cobro de estas ayudas procedentes del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) como un segundo pagador, con lo que muchos de los que no tenían que hacer la declaración porque no sobrepasaban el límite permitido para quedar exentos de rendir cuentas al fisco ahora se verán obligados. Peor aún, a la mayoría les saldrá a pagar.
Los fiscalistas cántabros admiten que la cuestión puede suponer un sobresalto para muchos de los adscritos a los ERTE, que verán como el subsidio percibido para complementar la nómina ordinaria de la empresa, o cubrir las semanas o meses que se haya producido la suspensión temporal de contratos, tiene efectos notables ante la Agencia Tributaria.
«Si la normativa actual se aplica de forma generalizada, el año próximo puede provocar efectos perturbadores»
La barrera en la actualidad para hacer la declaración de la renta está en 22.000 euros. Es decir, por debajo de esos ingresos no es necesario presentar el borrador. Eso sí, siempre y cuando se tenga un único pagador.
Con dos la cosa cambia. En líneas generales, si el segundo y siguientes pagadores no llegan a 1.500 euros brutos el límite se mantiene en 22.000 euros». El problema llega si se sobrepasa esa suma, puesto que el límite para evitar la cita de la próxima primavera con el fisco se reduce a 12.000 euros. En consecuencia, muchos empleados de la Comunidad que normalmente no tienen que dar cuentas a la Agencia Tributaria verían cómo cambia su situación. Desde la óptica de Hacienda, la prestación por desempleo es un ingreso por rendimiento de trabajo y la Seguridad Social se considera como si fuera un pagador más a efectos fiscales.
«Disfunciones»
El delegado en Cantabria de la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf), Manuel Fernández González de Torres, sostiene que «hay que ver cuál va a ser el criterio para el año que viene puesto que sí que puede generar algún tipo de disfunción con afectados que podrían pagar al bajarles el límite a 12.000 euros que, de estar en el régimen general, quedarían exentos», arranca.
González va más allá. «Si la normativa actual se aplica en 2021 de forma generalizada puede provocar efectos perturbadores, por lo que es factible que se pueda modificar. No tiene sentido que la ayuda en un ERTE suponga una carga fiscal superior a la que debería en una situación normal a igualdad de cuantía de rendimiento». Aedaf ya había solicitado días atrás que se estableciera algún tipo de excepción a este respecto.
«Sobre la campaña actual, sí que hemos notado una psicosis especial y más consultas al estar cerrada Hacienda»
Pero hay más. Una segunda derivada, que se traduce en que muchos de los contribuyentes a los que su declaración les salía a devolver ahora será al contrario. ¿La razón? El SEPE aplica una retención inferior a la de la empresa, de modo que esa variación tiene que ajustarse en la próxima campaña de la renta. No obstante, una forma de evitar esta circunstancia pasa por solicitar un cambio en la retención que debe aplicarse a la prestación por el ERTE.
Víctor J. Carpintero, presidente del Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Cantabria, confirma otra tendencia respecto a la cita con el fisco y el impacto del coronavirus. «De trabajadores en ERTE no hemos tenido muchas consultas al ser una cuestión de 2021. Sí que hemos detectado mucha psicosis por parte de la ciudadanía. Al estar cerrada Hacienda, tenemos más visitas a oficina para no confirmar el borrador a la ligera».