«La Comunidad tiene ventajas para adaptarse a la nueva cultura empresarial»

–Llevamos tiempo hablando de cambios... ¿Van a ser tan drásticos como se vaticina?

–Estamos viviendo un cambio de época, en el que hay que entender y liderar un nuevo entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo. Una época donde los problemas de las empresas nacen de la falta de comprensión del comportamiento humano. Por eso surge la necesidad de transformar las empresas a través de la transformación de las personas que las integran. Porque antes de iniciar la transformación digital o de negocio, es vital abordar en las empresas la cultural, que trabaja las dimensiones de nuestra persona: querer y poder hacer. Tener una predisposición al cambio es clave, porque el éxito en la transformación se basa en identificar que nos impide vencer nuestras resistencias. El objetivo es cambiar mentalidades para cambiar comportamientos. Y para ello es necesario algo más que la motivación, porque ésta te ayuda a avanzar, pero los hábitos son los que te mantienen en movimiento.

–¿Y cómo enfrentarse a esos cambios?

–Ya nadie discute la necesidad de transformarse. El reto es cómo hacerlo y el cuándo fue ayer. Nuestros equipos, los clientes y el mercado no esperan porque el témpano se derrite bajo nuestros pies. La inmensa mayoría de las empresas en Cantabria han decidido iniciar su proceso de transformación, pero esta transformación está siendo más de forma que de fondo: en su día a día, casi todas las empresas siguen trabajando y liderando como en el siglo pasado, y eso en la revolución digital ya no funciona. Tenemos que replantearnos nuestro modo de trabajar y de relacionarnos, implantando la transformación cultural. Y todo empieza con el cambio de uno mismo, y de arriba abajo, empezando por los comités de dirección.

–¿Qué visión tiene de las empresas cántabras a la hora de enfrentarse a esos cambios?

–Creo que en Cantabria hay una serie de ventajas como el tamaño de la región y contar con el ejemplo de los emprendedores que fueron a América y fueron capaces de montar empresas y aprender de sus experiencias. El reto es ayudar, junto con la Cámara de Cantabria, a realizar el viaje de la cultura tradicional a la cultura digital, para conseguir mejor la eficiencia y la cuenta de resultados de las empresas cántabras

–¿Y qué hay que hacer?

–Pasar de ego-sistema a ecosistema, de mandar a inspirar, de jerarquía a 'redarquía', de silos a transversalidad, de estar en modo protección a modo aprendizaje, de dispersión a atención plena, de resolver problemas a crear mundos de posibilidades…Tenemos que hacer 'test binarios' en nuestras empresas: elegir entre lo que aporta valor y lo que no aporta valor, entre sumar o restar, entre tener confianza o no, entre lo que nos hace felices y lo que nos resta felicidad…Ya nos lo decía Heráclito hace más de 2.500 años, no hay nada permanente, excepto el cambio.

–¿En qué se basan sus propuestas para los empresarios?

–Partimos de estudios que se han realizado en diferentes universidades como Harvard. Stanford...que se han basado en la neurociencia, psicología empresarial, pero que han sido testados y se sabe que han funcionado. No se trata de la 'Carta a los Reyes Magos'. Queremos ayudar a las empresas con los problemas. Lo más importante es la confianza. Como ejemplo, el partido que perdió la selección española de baloncesto con Rusia preparatorio del mundial. Perdió por bastantes puntos. Faltó la confianza. Esto puede fallar en la empresa. Tiene que funcionar el equipo, desde la alta dirección a los colaboradores, y tener confianza en lo que hace y en su éxito.

–¿Su opinión sobre la situación económica?

–Estamos ante la 'guerra comercial' de Trump con China, el 'Brexit' en el peor escenario y la necesidad de un Gobierno estable en España. Hay que tener presente que con la globalización todo nos afecta y hay que estar preparados para dar respuestas a los retos de nuevos escenarios. Pero soy optimista sin lugar a dudas porque la tecnología es una gran aliada y estar preparados para los cambios es fundamental. Es lo que vamos a transmitir a las empresas, esa confianza en el futuro.