Conspur tramita un ERE para despedir a toda su plantilla tras presentar preconcurso de acreedores
La constructora negocia con los sindicatos los términos del expediente al no poder afrontar sus obligaciones tras la crisis de precios y los impagos
Conspur vive sus semanas más negras. La constructora con sede en el Polígono de Morero (Guarnizo) se ha visto obligada a solicitar preconcurso de acreedores ... en el Juzgado de lo Mercantil de Santander y, en paralelo, ultima la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción para despedir a toda su plantilla, conformada por unas 74 personas.
La compañía se ha visto sensiblemente afectada por el fenómeno de subida de precios de los materiales de construcción, unos incrementos de costes que, según fuentes sindicales, no ha podido repercutir en su facturación. En paralelo, varios clientes le han dejado diversas deudas, lo que ha llevado al estrangulamiento de las cuentas.
Con esta situación, el cierre es un escenario plausible si no vende algún área de su unidad productiva que pueda dar algo de aire a la organización. De momento, las negociaciones para rematar los términos del ERE se extenderán durante esta semana. Incluso es probable que puedan alargarse al comienzo de la próxima.
74 trabajadores
están afectados por el expediente de extinción de Conspur.
Los empleados afectados tienen pendiente de cobrar la extra de verano y la nómina de julio, por lo que están a la espera de cómo finalice la firma del ERE. En todo caso, según fuentes conocedoras de la negociación, previsiblemente no será hasta finales de agosto cuando reciban las cartas de despido.
La compañía se fundó en 2004 y, a pesar de que en estas casi dos décadas ha vivido situaciones extraordinarias que han transformado el sector, ha exhibido un crecimiento notable en este periodo, con una amplia variedad de trabajos tanto en el ámbito de obra civil como en la construcción y la rehabilitación.
Sin ir más lejos, El Diario explicaba ayer la problemática con la que se había topado el proyecto para transformar el Palacio Jaime del Amo, en Suances, en un centro cultural. La obra, adjudicada por 2,9 millones de euros a Conspur, ha quedado paralizada por la situación financiera que atraviesa la compañía en la actualidad.
Fuentes del sector apuntan a que el crecimiento vivido, especialmente en los últimos tiempos, no ha ido acompañado de una solidez en las cuentas, lo que ha penalizado a Conspur en el exigente contexto que han abordado las empresas desde la pandemia. Como referencia, según detalla la propia organización en su página web, cuadruplicó su personal entre 2016 y 2020, pasando de 25 trabajadores a más del centenar.
Litigios para cobrar
La constructora ha realizado multitud de trabajos por toda Cantabria, pero también tenía un buen nicho de negocio en País Vasco, como evidencia la apertura de una delegación en Vizcaya. A día de hoy, mantenía abiertas diversas actuaciones, de ahí que su situación se haya extendido rápidamente por el tejido empresarial, así como por los afectados por la paralización de las obras en marcha.
De hecho, uno de los argumentos que ha enarbolado Conspur es la problemática con la que se ha topado para poder cobrar trabajos ya acometidos y facturados. Dicho de otro modo, que se le han acumulado las facturas pendientes de poder liquidar en su favor.
Las mismas fuentes apuntan que dicha suma se acercaría a los dos millones, una cantidad nada desdeñable en el contexto de desequilibrio financiera que atraviesa la organización.
Ahora está por ver si la empresa finalmente solicitará el concurso o podrá remontar la coyuntura actual. El Diario contactó ayer con sus responsables, pero no pudo obtener su valoración del proceso.
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