Nissan reactiva su ERE tras fracasar la negociación

Los representantes del comité consideran que si finalmente se produce el ajuste -la vía sobre la que se venía conversando era anticipar el retiro laboral de hasta un 18% de la plantilla- necesitan una «garantía formal» de que la fábrica de la Zona Franca y el centro operativo de Montcada i Reixac seguirán abiertos los próximos años.

Y dado que esas instalaciones trabajan hoy en día apenas al 35% de su capacidad -tras dejar de fabricar los modelos Pulsar, NV200 (una furgoneta diesel) y su versión para pasajeros-, temen que un mayor descenso de la carga de producción que les da Nissan devenga en una clausura parcial.

La filial española de la multinacional, por su parte, descalificó al comité de empresa por «irresponsable y poco maduro». Alega que su negativa a firmar el último acuerdo propuesto «abre un período de incertidumbre», ya que se ha informado a la dirección de la matriz en Europa y Japón. En juego hay también una inversión de 200 millones de euros para el plan de viabilidad de la fábrica y otros 70 millones para actualizar su planta de pintura.

En la oferta postrera rechazada por los sindicatos, que reprochan a la empresa no ofrecer «garantías de empleo reales», Nissan proponía sustituir el ERE por 600 prejubilaciones. Los afectados conservarían el 85% de su sueldo hasta los 63 años -cinco puntos más de lo que planteaba en un principio-, que podrían jubilarse del todo.

Además, daría una subida salarial de 3% en cuatro años, pero el 1% no sería consolidable. El comité de empresa, por su parte, rechaza que los incrementos no vayan ligados a la evolución de la inflación (IPC).