Global Steel Wire para la fábrica unos días por falta de pedidos
La compañía con planta en Nueva Montaña echa mano de nuevo del ERTE por fuerza mayor aplicado en abril, con el rechazo del comité
Global Steel Wire ha parado estos días su fábrica de Nueva Montaña por falta de pedidos, confirmando así las dificultades de la industria en estas semanas posteriores a las restricciones derivadas de la pandemia sanitaria, una crisis vírica cuyos efectos económicos se dejan notar ahora con mayor intensidad.
El área de laminación se detuvo el miércoles sin fecha inicial de regreso, aunque se maneja el horizonte del 5 de julio; mientras que en la división de acería la parada se concretó ayer y se prolongará hasta el 1 de julio, en principio. En lo que confiere a laminación, se han planificado diversos trabajos que ocuparán un número de trabajadores que irá variando en función de las necesidades.
La cuestión es que para acometer esta medida la empresa igualmente ha optado por aplicar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor promovido igualmente desde el 16 de abril, en el que la organización adujo la falta de chatarra para aplicar esta regulación a todo el personal de la factoría santanderina.
Esta decisión no ha gustado a los sindicatos, que llegaron el jueves a un acuerdo para denunciar ante la Inspección de Trabajo el expediente. ¿El motivo? Que en su opinión el ERTE de fuerza mayor no encaja en las circunstancias actuales, más cuando en diciembre GSW rubricó con los trabajadores otro ERTE para adaptarse a los vaivenes de un mercado que ofrecía síntomas claros de retroceso. Este expediente inicial ofrecía a los cerca de 620 empleados mejores condiciones.
La cuestión es que en abril USO ya denunció la aplicación del ERTE por fuerza mayor teniendo la regulación previa acordada meses atrás. Sin embargo, la autoridad laboral rechazó sus reclamaciones. Ahora parece que todos los sindicatos coinciden en la presentación de acciones legales.
Caída de la demanda
A comienzos de mes el Grupo Celsa, matriz de Global Steel Wire, firmó un manifiesto junto a otros 36 grandes productores siderúrgicos europeos en el que urgían a la Comisión Europea a reducir drásticamente la entrada de productos libres de aranceles ante el riesgo de que las maniobras de los fabricantes de países como China y Rusia «inunden» el mercado.
«La demanda de acero ha caído un 50% desde el comienzo de la pandemia en marzo. Nuestra industria ha tenido que reducir drásticamente la producción para adaptarse a estas circunstancias cambiantes, con el 40% de la fuerza laboral del acero de la UE despedida o teniendo que trabajar a tiempo parcial», recogía la carta.
