Cantabria, tercera comunidad donde menos subió el paro en 2020

Cantabria cerró 2020 con un total de 31.700 desempleados, 900 más que en 2019, lo que supone un incremento del paro del 3,04%, el tercero más moderado de las comunidades autónomas, donde de media se disparó un 16,5%.

De este modo, la tasa de paro de Cantabria se situó en 2020 en el 11,79, lo que es 0,6 puntos superior a la de hace un año (11,18) pero la quinta más baja del país y nuevamente inferior a la media nacional, del 16,13, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) hecha pública este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La subida del paro en 2020 pone fin a una racha de siete años de descensos. En el caso de la ocupación, llevaba seis años creciendo, desde 2014, pero el dato de 2013 (-204.200 puestos de trabajo) es mejor que el experimentado en el año del Covid.

En Cantabria, entre octubre y diciembre del año pasado se registraron 1.200 desempleados menos, un -3,6%, el sexto mayor recorte trimestral del paro por comunidades, donde, de media, el desempleo permaneció prácticamente estancado (-0,08%), con 3.100 parados menos en todo el país.

En cuanto al número de ocupados, al término de 2020 había en la comunidad 237.300, lo que supone 7.300 menos que un año antes, es decir, una caída del -3%, en línea con la media de España (-3,1%), con 622.600 ocupados menos que hace un año.

Además, en relación al tercer trimestre del año pasado, la ocupación en Cantabria constató una caída del -1,48%, la segunda más elevada de las siete comunidades en negativo, con 3.600 ocupados menos. Por contra, en España aumentaron un 0,87%, con 167.400 personas más.

Con estos datos, la tasa de actividad se situó en Cantabria a finales del pasado ejercicio en el 54,12, es decir, más de 1,6 puntos inferior a la de hace un año (55,73) y más de cuatro puntos por debajo de la media nacional (58,19%). Además, es la tercera más baja de las comunidades.

Por su parte, la población activa en Cantabria ascendió a 269.100 personas al cierre de 2020, unas 6.400 menos que un año antes, lo que supone un retroceso del -2,3%, el tercero mayor de las autonomías, donde de media disminuyeron un -0,4%, equivalente a 94.700 activos menos, con lo que este colectivo quedó constituido por poco más de 23 millones.

En comparación con el tercer trimestre del ejercicio, la población activa cayó en la región en 4.800 personas, un -1,7%, el tercer mayor descenso por comunidades y frente a una media que creció un 0,7%.

De los 31.700 parados contabilizados a finales de 2020 en Cantabria, 15.600 eran hombres y 16.100 mujeres. La tasa de paro entre los primeros era del 11,05% (10,32% en 2019), inferior a la de las segundas que alcanzó el 12,61% (12,13% en 2019).

Además, la tasa de actividad de los hombres se situó en el 58,67% (60,66 en 2019) casi nueve puntos superior a la de las mujeres, que fue del 49,8 (51,12 en 2019).

En España, el mercado laboral notó los estragos del covid en 2020 al registrar una subida del paro de 527.900 personas, lo que supone un 16,5% más que en 2019, y un retroceso de la ocupación de 622.600 trabajadores (-3,1%), reflejando en ambos casos los peores datos anuales de la EPA desde el año 2012.

El secretario de Empleo de UGT en Cantabria, Julio Ibáñez, ha afirmado que los datos del paro confirman que en Cantabria se acelera la pérdida de población activa «y el desánimo de los trabajadores desempleados a buscar un empleo porque el mercado laboral es cada vez más precario«.

En un comunicado, el sindicalista ha sostenido que los datos reafirman que hay menos desempleados en el último trimestre del año pero también menos ocupados y, sobre todo, menos activos porque, a su juicio, el problema es que «crece sin cesar el número de personas sin empleo que ya no lo buscan en Cantabria porque nuestro mercado laboral no da opciones adecuadas para ello».

«No nos podemos conformar con ser la tercera comunidad donde menos sube el paro», ha instado Laura Lombilla, secretaria de Empleo de CCOO, que ha recordado que los sindicatos le han planteado al Gobierno regional un nuevo plan para atajar los efectos del covid en la comunidad en el que se incluyen un Plan de Choque por el Empleo y otro de medidas urgentes para personas trabajadoras afectadas por Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), reducción de jornada o excedencia.

CCOO ha recalcado la importancia de los ERTE, a los que siguen acogidas 8.436 personas trabajadoras en Cantabria –según datos de la Seguridad Social-, que siguen «funcionando como amortiguador para evitar una sangría de empleos entre la clase trabajadora». En este sentido, el sindicato ha celebrado su prórroga hasta, al menos, el próximo 31 de mayo porque el mercado laboral aún no está preparado para afrontar las consecuencias de la pandemia.

En USO consideran que la EPA que cierra el año 2020 dibuja el terrible impacto en el tejido productivo y el empleo. Pero aun así no refleja la magnitud real al contabilizar como ocupados a los 9.642 trabajadores afectados por ERTE por causa del covid, cifra que se ha incrementado sensiblemente en el último trimestre, negro para nuestra región. El aumento de parados en términos anuales del 3,04% que contempla la estadística es poco demostrativo de la realidad laboral «ya que un porcentaje elevado de los expedientes por Covid se prevé que engrosen el registro de parados», indica el sindicato, que agrega que el último trimestre del año 2020, »tras un verano aceptable, nos sitúa entre las regiones con más afectación en su economía por el efecto de la tercera ola. Cantabria se coloca, junto con Baleares, a la cabeza en la pérdida de población activa y tasa de actividad».

Para el presidente de los empresarios de Cantabria, Enrique Conde, la situación que reflejan los datos conocidos «es algo parecido a la tormenta perfecta: hay más gente en disposición de trabajar que no puede acceder al mercado laboral porque hay menos empresas y menos puestos de trabajo. Además, los que están en el mercado laboral tienen dificultades para mantener o encontrar empleo, lo que incrementa el número de parados. En definitiva, perdemos personas trabajadoras y las que quedan no encuentran empleo».

Conde califica la situación de «muy preocupante. Las cifras de Cantabria son, en general, peores que la media española, que ya de por sí presenta datos desalentadores. Me preocupa especialmente el dato negativo de la población ocupada, es decir, la que está trabajando. La encuesta indica que hay 7.400 cántabros menos trabajando que en el mismo periodo del año anterior. Esta cifra es contraria a la tendencia nacional donde se produce una subida de la ocupación».

Desde el Partido Popular, el diputado Lorenzo Vidal de la Peña ha señalado que «el envejecimiento y la frustración expulsan a los cántabros del mercado de trabajo y crean el espejismo de que hay menos paro» y ha advertido, al tiempo, que el Gobierno de Revilla «nos lleva a situaciones de hace 50 años con mujeres en casa y hombres intentando trabajar». Vidal de la Peña ha puesto el acento en que Cantabria tiene hoy 4.700 personas menos en edad de trabajar que el trimestre pasado y 6.400 personas menos que hace un año. Por eso, según el portavoz de Empleo del Grupo Popular, Lorenzo Vidal de la Peña, «parece que bajan las cifras de paro que la Encuesta de Población Activa refleja hoy (...) cuando la realidad es que hoy tenemos menos gente trabajando».