Municipios cántabros donde merece la pena vivir de alquiler

El turismo y la inversión en la costa han disparado en los últimos años los precios de alquiler en los municipios de Cantabria, una de las regiones en las que los arrendamientos subieron durante 2020 a pesar de la pandemia. Sin embargo, existen localidades en las que los aumentos no han sido tan acentuados o en las que la bajada de los precios de venta hace presagiar un posible descenso de los alquileres, sin pasar por alto la belleza y la calidad de vida que ofrece la región.

Entre 2015 y 2018, la presión turística y la búsqueda del valor refugio de la vivienda en la costa por parte de los inversores hicieron subir los precios de alquiler en los municipios cántabros hasta en un 52% en el caso de Comillas, más de un 30% en localidades como Potes y Corvera de Toranzo y más de un 20% en Val de San Vicente o Miengo. Son los datos que se desprenden de la herramienta creada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para conocer la evolución de los precios de referencia del alquiler.

En otras localidades como Santander, Laredo o Suances la subida supera también el 10%; pero en otras como Noja (1%) o Limpias (2%) el aumento fue contenido, y en casos como los de Liérganes (-5%) o Ampuero (-5%) llegaron incluso a observarse bajadas.

El precio medio de la vivienda en alquiler en Cantabria cerró 2020 con una subida interanual del 0,59%, para situarse en los 748 euros mensuales, según los datos del informe anual de precios de alquiler de pisos.com. Es una de las regiones en las que la crisis sanitaria y sus consecuencias en el mercado inmobiliario no está haciendo aún excesiva mella, tampoco en lo que se refiere a los precios de venta, que aumentaron en el último año un 2,04%.

Sin embargo, la previsión de los especialistas es que la bajada en los precios de venta empiece a constatarse con más fuerza a lo largo de 2021, especialmente en las zonas de costa. De hecho, en algunas localidades cántabras como San Vicente de la Barquera, Santoña o Miengo los precios de compra sí han descendido en los últimos doce meses, lo que en el sector suele interpretarse como la antesala de la bajada de los precios de arrendamiento.

En localidades como Laredo o Santoña pueden encontrarse ofertas de alquiler de viviendas de dos habitaciones desde los 400 euros. Unos precios a tener en cuenta si además a la oferta se suma el encanto de estas dos localidades costeras.

En Santoña la subida de los precios del alquiler entre 2015 y 2018, de un 11%, se contuvo en relación con la que se experimentó en otros municipios cántabros, y los precios de venta descendieron a lo largo de 2020 un -3,90%. En Laredo, el aumento de precios fue similar, de un 12%, y aunque en este caso los precios de venta sí registraron una subida en los últimos doce meses (3,42%), sus playas, su ocio y su gastronomía hacen aún más atractivo el alquiler.

Similares son los precios de alquiler que pueden encontrarse en otro municipio con hermosas playas, como es Noja. En su caso, entre 2015 y 2018 los precios de arrendamiento aumentaron tan solo un 1%, según los datos del Ministerio.

Aunque con precios algo más elevados, pero con alquileres desde alrededor de 450 euros, en otro enclave turístico como San Vicente de la Barquera los precios de venta descendieron durante 2020 un -11,11%, lo que invita a prestar atención a la evolución de los precios de arrendamiento, que puede dar lugar a interesantes oportunidades en el año que comienza.

Aunque no destaque por su belleza, en lo que a combinación de precios, servicios y oferta de empleo se refiere, Torrelavega es una alternativa que no se puede pasar por alto. En la localidad pueden encontrarse alquileres de pisos de tres dormitorios desde 400 euros mensuales, y el ligero descenso de los precios de venta el pasado año (de un -0,93%) hace prever que no se esperan subidas por el momento.

Y si lo que se busca es una ciudad en el Norte de España en la que se unan la belleza natural y patrimonial, la tranquilidad y los servicios y comodidades de una gran ciudad, ese destino es sin duda Santander, especialmente, si se tiene en cuenta lo propicio del momento, tras la bajada de precios del alquiler que experimentó en 2020, del -5,68%, que sitúa la renta media en los 747 euros mensuales.