Sánchez busca aliados europeos y árabes para llevar a la ONU una resolución por Gaza

Moncloa también ha visto la oportunidad de reactivar la propuesta que España e Irlanda trasladaron hace un año a la Comisión Europea en la que ambos pedían la «revisión urgente» del acuerdo de asociación de la Unión Europea con Israel como respuesta a sus acciones militares en territorios palestinos y de Líbano.

Esos son los principales objetivos que Moncloa se ha fijado para las dos citas en un momento que califica de «crítico» en Oriente Próximo. La CPE nació en octubre de 2022, al calor de la respuesta continental a la invasión rusa de Ucrania. En Tirana volverá a centrar las conversaciones, especialmente en un momento en que Estados Unidos está intentando forzar un encuentro entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el ucraniano, Volodímir Zelenski. Pero esta vez Sánchez y los mandatarios de otros países como Islandia o Noruega quieren introducir la cuestión palestina en el foro, en el que participan 46 delegaciones –entre estados y organizaciones internacionales como la ONU o la UE–.

El presidente tiene previsto mantener reuniones bilaterales en una agenda en la que también se incluirán temas de carácter económico como las interconexiones eléctricas con el continente, un asunto capital que volvió a saltar a la palestra, en el plano doméstico, a raíz del apagón del 28 de abril. Pero la principal idea, explican fuentes de Moncloa, es intentar aunar esfuerzos en el marco multilateral para contribuir a poner fin a la guerra en Ucrania y en Gaza, solicitar que Israel acabe con el bloqueo y que la ayuda humanitaria pueda entrar «de forma inmediata, independiente y neutral».

Respecto a la revisión del acuerdo UE-Israel, Madrid y Dublín han encontrado en las dos últimas semanas aliados en el resto del espectro internacional. El presidente de Francia, Enmanuel Macron, se mostró el martes «abierto» a que la UE se replantee la vigencia de este tratado y tildó de «inaceptable» el bloqueo israelí a la ayuda a la Franja de Gaza, que tachó de «vergüenza». Si bien es cierto que evitó describir como «genocidio» la represión del Gobierno de Netanyahu en suelo palestino.

Y una semana antes, el Gobierno de Países Bajos también pidió por carta a la Comisión Europea revisar este acuerdo con Israel. Su ministro de Asuntos Exteriores, Caspar Veldkamp, expresó una seria preocupación sobre la ejecutoria en Gaza de Netanyahu, al que acusó de violar las leyes de derechos humanos. En la misiva, afirmó que el bloqueo de Israel sobre La Franja contraviene las estipulaciones de este tratado.

En este contexto, la siguiente parada de Sánchez tendrá como destino Bagdad. Será la primera vez que España acuda como país invitado especial a la cumbre de la Liga Árabe, un gesto que fuentes gubernamentales interpretan como un «gesto de reconocimiento» al liderazgo que España ha ejercido en el reconocimiento del Estado de Palestina. Está previsto que el presidente intervenga ante el plenario de los líderes de los 22 países que integran este organismo, justo antes del secretario general de la ONU, António Guterres. Y la semana que viene Madrid recibirá la primera visita de Estado en dos años, la del sultán de Omán, Haitham bin Tariq.