Sánchez convoca a los presidentes autonómicos para repartir los fondos europeos
El Gobierno afirma que no se entendería que el PP, tras el acuerdo de Bruselas, no respalde los próximos Presupuestos
Ramón Gorriarán
Madrid
Martes, 21 de julio 2020
Pedro Sánchez quiere extender el espíritu de los acuerdos de Bruselas sobre el fondo de reconstrucción a la escena política doméstica. Primero va a reunir este mes a la Conferencia de Presidentes para hacer partícipes a los gobernantes autonómicos del reparto de la lluvia de millones. Después, quiere estrechar el cerco sobre la oposición y socios descarriados para acordar los Presupuestos con el aval del pacto «histórico» en la Comisión Europea.
Será la séptima Conferencia de Presidentes en la modalidad presencial porque durante el estado de alarma se reunió en catorce ocasiones por vía telemática. La cita, que no tiene aún fecha, servirá «para mantener abierta la línea de diálogo que se inició en el estado de alarma», explicó hoy la portavoz gubernamental tras la reunión semanal del Consejo de Ministros. El Gobierno quiere que los presidentes de las comunidades «se sientan parte» del acuerdo de Bruselas y discutir con ellos los planes de reformas para el reparto de los fondos que corresponderán a España en los próximos años.
Algunos, como el presidente de la Generalitat, ya ha hecho las cuentas de lo que podría corresponder a su territorio. 31.765 millones de euros, detalló Quim Torra, es lo que necesitaría para recomponer el tejido económicos y social de Cataluña. Una cifra que parece desproporcionada porque la porción del fondo europeo que recibirá España es del orden de 140.000 millones entre créditos y transferencias no reembolsables.
Pero más allá de la distribución del dinero, Sánchez busca la complicidad de los presidentes autonómicos, sobre todo la de los cinco del PP, para diseñar los planes de reconstrucción que se deben enviar a la Comisión Europea para que se liberen los fondos. Pero también para ablandar al líder de la oposición con los Presupuestos a fin de que abandone su rocosa negativa a secundar las cuentas.
Una estrategia que ya le dio resultado al presidente del Gobierno con el Ingreso Mínimo Vital y el decreto de la 'nueva normalidad'. Medidas que los populares apoyaron en el Congreso, a pesar de las reticencias de Pablo Casado, tras el apoyo brindado por los gobernantes territoriales del PP.
El Gobierno maneja el resorte de que las comunidades autónomas podrán beneficiarse en mayor medida de los fondos europeos siempre que haya Presupuestos. El entendimiento en la Conferencia de Presidentes es, por tanto, un paso previo e indispensable para forjar un consenso amplio en torno a las cuentas públicas del próximo año.
Empujón «determinante»
El Gobierno confía, en palabras de María Jesús Montero, en que el acuerdo de Bruselas sea el empujón «determinante y definitivo» para los Presupuestos Generales del Estado de 2021. No se entendería en la Unión Europea, subrayó, que «un Estado miembro, que ha logrado después de una negociación tan complicada», llegar a un acuerdo no dispusiera después del vehículo para disfrutar de las ayudas. Sería, advirtió la también ministra de Hacienda, «como despreciar esa capacidad económica».
La Moncloa cree que el PP debe «jugar un papel fundamental» en la aprobación de los Presupuestos, que es el mecanismo para que esos recursos lleguen a los ciudadanos. Queda la duda de si estas palabras de Montero responden a una intención real de contar con el principal partido de la oposición o son un recurso retórico para acentuar el aislamiento de los populares en la oposición.
Entre los socialistas reina el escepticismo sobre los pasos que pueda dar Casado, y creen que no se va a mover de la negativa por mucha presión que reciba. Por eso las miradas del Gobierno están más dirigidas a Ciudadanos y Esquerra, aunque en ambos casos tampoco va a ser fácil el acuerdo presupuestario.
Los naranjas recelan de un proyecto apoyado por Unidas Podemos y también se consideran incompatibles con los republicanos independentistas. Lo mismo dice Esquerra respecto a Ciudadanos, y además se enfrenta al escollo de dar su hipotético apoyo al Gobierno de Sánchez en medio de un escenario electoral en Cataluña, donde compite en galones de soberanismo con JxCat.