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La atípica vuelta al cole de Mía, y de Iker, y de Elena, y de Martín...
El curso escolar 2025/26 arranca en Santander a la sombra de la huelga docente
Nacho González Ucelay
Santander
Lunes, 8 de septiembre 2025
La incapacidad manifiesta del Gobierno de Cantabria y los sindicatos para alcanzar un acuerdo sobre la retribución del personal docente ha traído como primera consecuencia ... un atípico arranque del curso escolar que si no ha gripado ha sido por la ilusión con la que los niños han acudido al colegio para comenzar una nueva etapa en su vida formativa, el cariño con el que los padres les han dejado en la puerta de su escuela y la responsabilidad de los maestros que, ignorando la llamada a la huelga, han acudido a su puesto de trabajo para no fallar ni a la ilusión de los niños ni al cariño de los padres.
«Todavía no sé cuántos profesores han secundado el paro, aún no lo sé, pero atenderemos al alumnado lo mejor que podamos con las personas que estamos en estos momentos», decía la directora del CEIP Cisneros, Irene Donate, a la puerta del centro. «Este inicio de curso no puede afrontarse con normalidad», añadía, pero recordaba que la propia organización interna del centro educativo «está pensada precisamente en previsión de que se produzcan ausencias, como es el caso».
Dotado para su suerte con un claustro bastante amplio, 36 profesores, el colegio se dispone a abrir sus puertas al paso ligero de los 390 niños con los que el centro educativo va a trabajar durante este curso 2025/26 y que esperan afuera de la mano de sus padres o a su bola, según la edad, ya impacientes por empezar y ajenos a una huelga que no va con ellos. Solo quieren poder ver otra vez a aquellos amigos que el verano se llevó, saber qué aula y qué tutor les ha tocado y hacerse un año más mayores entre las paredes de su cole.
A Martín y Sergio, por ejemplo, este curso les toca cambio, porque el uno empieza primero y el otro tercero de Primaria «y están nerviosos por ver qué profesores y qué compañeros les toca», explica su madre, Lorena, que ya sabe, porque ya se lo han dicho, que hoy no los van a conocer porque a causa de la huelga de los profesores van a estar todos juntos. «Hoy no inician», resume la mujer, que da la palabra a los niños para que se expresen. Empieza Martín, que primero dice que tiene «más o menos» ganas de empezar y luego se retracta para decir que «no», que no quiere. Y le sigue su hermano Sergio, que en su caso sí quiere porque tiene ganas de ver a sus compañeros.
Comprensiva con los docentes, con sus problemas, sus reivindicaciones, Miriam se pone «en el lugar de los demás» y acepta este arranque extraño que, por otro lado, no va a afectar ni a sus rutinas ni a las de su hijo Ángel «porque el niño ha estado yendo al Veranuco y eso nos ha ayudado a mantener los horarios». Va a empezar tercero de Primaria y lo va a hacer «con ganas» aunque un poco nervioso.
Profesor, y padre de dos niños, Óscar reconoce que el de hoy está siendo «un comienzo un poco raro, a medio gas, porque siempre el primer día se trae el material escolar y ya a nosotros nos han dicho que no lo trajéramos hasta el miércoles... Pero bueno, ellos contentos están», asegura el hombre sin saber que uno de sus hijos va a discrepar con él. A Iker, que empieza quinto de Primaria, el verano se le ha hecho corto «pero tenía ganas de empezar». «Pues yo no», interrumpe su hermana Elena, que va a comenzar cuarto se ve que con poco entusiasmo. «Me da pereza», confiesa la niña, que a la llamada de sus profesores se despide de su padre y enfila la entrada para perderse junto a sus compañeros por los pasillos de un lugar que después de dos meses en sepulcral silencio, hoy ha recobrado su vida.
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