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Felipe Villazán Gutiérrez. M. Elena Villazán

OBITUARIO

Felipe Villazán Gutiérrez, técnico de la Caja de Ahorros y fotógrafo
Felipe Villazán, artista de la fotografía que admiraba la belleza

María Elena Villazán Fernández

Martes, 25 de noviembre 2025, 01:00

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El 1 de noviembre amaneció triste... Murió Felipe, Lipe, Lipín, nuestro hermano, primo, amigo, compañero, descendiente de lebaniegos (Potes) y trasmeranos (Liérganes), de Felipe y Pepita, sus padres ya fallecidos. Sus tíos fueron Chuchi y Elena, residentes Santander.

El ambiente familiar en el que creció junto con su hermana María Ángeles y el resto de primos fue feliz y entrañable. Estudió en los Agustinos y después realizó estudios de Comercio e hizo oposiciones para la Caja de Ahorros de Santander. A su tía Elena, profesora, le cantaba los temas de la oposición.

Fue aficionado a la música: tocaba la guitarra en la Tuna Universitaria desde muy joven e igualmente en el grupo Albéniz. Cantó como barítono-bajo en la Camerata Coral de Santander y en el Orfeón Cántabro, y también en su querido coro A Capella -a cuyo director conoció en el grupo Albéniz-, que le ha despedido cantando la misa funeral en un acto muy emotivo.

Era un artista de la fotografía a quien le gustaba captar los momentos cumbre de los deportistas en las diferentes etapas de la vida -infantojuvenil, adulto...-, y en los momentos clave de la competición, sobre todo, en atletismo, donde fotografió carreras, saltos, lanzamientos y pruebas combinadas de decatlón; pero también hizo fotografías de otros deportes, como la vela. Muchos atletas tienen fotos de su autoría porque era capaz de captar esos momentos de estrés positivo que les impulsaban a alcanzar objetivos y afrontar desafíos. De su trabajo dejó constancia en maratones, en numerosas carreras San Silvestre o en la carrera popular Costa de Ajo. Además, con su súper cámara Nikon, ganó premios europeos y uno de los últimos fue a recogerlo a Austria.

Porque, aunque siempre trabajó en la Caja de Ahorros, en el departamento de informática, tenía alma de artista. Le gustaba y admiraba la belleza. A través de la cámara de fotos expresaba una visión personal y transmitía emociones, principalmente, en los paisajes de su querida Cantabria y de los deportes.

También se le puede definir como bueno, noble, generoso y humilde. Tan humilde fue que en el libro 'Perfumes del alma', la foto que cedió figura como hecha por 'amigo de Coque'.

De todo sacaba los aspectos positivos y utilizaba el 'efecto Edison' en las relaciones personales, siguiendo el principio de que el universo conspira a tu favor. Si nos atenemos a las inteligencias múltiples de Gardner, Felipe era más de memoria visual y de acción lingüístico-verbal; ingenioso y de relaciones interpersonales.

Voy a acabar con la poesía 'Morir se acaba', del sacerdote, periodista y escritor Martín Descalzo, a través de su hermana Ángeles religiosa que estuvo en las Esclavas de Santander. «Morir es sólo morir. Morir se acaba /Morir es una hoguera fugitiva / Es cruzar una puerta a la deriva /y encontrar lo que tanto se buscaba /[...] Hallar la noche-luz tras tanta noche oscura/ Tener la paz, la luz, la casa juntos».

Te echaremos de menos, incluida la bahía más hermosa del mundo. Familiares y amigos te decimos hasta siempre. Has sido el mejor primo que pude tener.

María Elena Villazán es prima de Felipe Villazán.

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