Un masón con profundas raíces y creencias religiosas

Sabino Pereda Renedo, nació en Torrelavega en 1940 en el seno de una familia muy religiosa que, con cinco años, le llevó al colegio de los Sagrados Corazones, centro al que siempre profesó especial cariño, hasta el punto de que compró un piso en el mismo solar de la calle Julián Ceballos que albergó al viejo colegio de 'los frailes'. Con diez años continuó sus estudios en el seminario de esta congregación en Miranda de Ebro y en la Casa General de Roma, comenzando un peregrinar religioso que acabó en Bélgica, hasta que con 21 años lo llamaron a filas en España. Pudo conseguir evitarlo, pero prefirió cumplir en el Regimiento 52 de Infantería de Melilla, de donde se licenció como cabo.

Su espíritu aventurero le llevó en 1963 a Londres, trabajando como camarero, oficio que, años más tarde, le condujo a la masonería, ya que fue maître de hotel en The New Bull Hotel, en la capital británica, donde se reunían veinte logias masónicas. Alternó este trabajo con el de operario en la fábrica de mecheros Ronson, en una empresa de limpieza de oficinas e impartiendo clases de español. Posteriormente fue nombrado director del departamento de limpieza del Hospital de Sutton (Londres) y fundó su propia empresa de limpieza.

En la capital británica se casó y tuvo dos hijos. Un masón le preguntó si no había pensado nunca en iniciarse en la masonería, a lo que, sorprendido, Renedo respondió que era católico, a lo que su interpelador señaló que él también lo era y que serlo no suponía un impedimento ya que se respetaban todas las religiones. En 1985 fue iniciado en la logia Astede Lodge 4693, precisamente en el mismo hotel donde había trabajado. Pasó por Compañero y dos años más tarde, le hicieron Maestro, llegando a ser elegido Venerable Maestro de su logia madre.

Tras su paso por destacadas logias británicas, en 1999, ya jubilado, fijó su residencia en Torrelavega. En nuestro país, se afilió a la logia Miles Lucis 110, de Gijón, donde fue Venerable Maestro, también a la logia La Tolerancia 16, de Bilbao donde permaneció hasta la fundación, en 2006, de la logia Semper Fidelis 150, en Torrelavega.

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