Buen café y de buen café no es lo mismo. El idioma español es tan rico en matices que permite sutilezas que a los ... foráneos extrañan. Buen café es todo lo contrario de mal café. Café bueno, bien tostado, de clase superior. Oloroso. Fragante. Reconfortante. De buen café es expresión que se aplica a quien transita por la vida con gesto amable, sonrisa pronta y magnífico talante. En definitiva, con el espíritu elevado y como si viviera permanentemente instalado en la gloria de un plácido café caliente tomado con delectación.
En mis vagabundeos por la ciudad, me encuentro casi a diario con un coche-furgoneta pintado de rojo carmín con esquemáticos granos blancos de café y una leyenda aleccionadora. 'Café Doctor Luisito... Y ponte de buen café'. La simpática caricatura del cafetero doctor no puede ser más convincente. Cabeza monda, media sonrisa esquinada y gafas de encendida pasta bermeja. Y completando la estampa, el Doctor Luisito exhibe en la mano una taza blanca (de desayuno) con un corazoncito rojo. Obvio es que invita a seguir su ejemplo.
Ramón Gómez de la Serna, en 'Pombo' (Biografía del célebre Café y de otros Cafés famosos) pontificó que Café debía escribirse con la inicial mayúscula cuando hace referencia al establecimiento donde se sirve y con la inicial minúscula para referir el que se sorbe con el ánimo en suspenso. La frase «de buen café» aún no ha subido al DRAE, donde ya se han instalado frases más insulsas y perentorias. Y así andará la cuestión, en lista de espera, hasta que el vecino de Santander, Doctor Luisito, plante su elocuente coche-furgoneta en la madrileña puerta de la Real Academia Española de la Lengua, invitando a los señores académicos a realizar su labor «de buen café».
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