Gloria artística de Suances

Escrito minuciosamente y con amplia documentación, cuando tan necesaria obra alce el vuelo Suances saldará una deuda que tiene largamente contraída con quien eligió esta localidad para asentar sus reales, allá por los años treinta, finalizando aquí sus días.

Entre su nacimiento en Tortosa (9.I.1888) y el óbito en Suances (21.VI.1868) median ochenta años. Tiempo aprovechado a tope, con dedicación plena al arte de la pintura.

Julio Moisés nació para ser pintor. Y lo fue en cuerpo y alma. Como prueban sus tempranísimas exposiciones, al cabo de la adolescencia.

En la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, cursó estudios entre 1902 y 1912, ajustándose al gusto por el realismo. Mas su destino era Madrid. Adonde llega hacia 1920 precedido por la aureola de «joven maestro gaditano». Y aquí, de triunfo en triunfo, sería nombrado director de la Escuela de Bellas Artes (1946) y académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1947). Todo lo cual cuenta al detalle su apasionado biógrafo Fernández Cacho. Quien rescata a Julio Moisés para la historia de Suances. Y para la general historia del arte, que tan olvidado le tiene.

Quiso el destino que Julio Moisés eligiera Suances para veranear, hacia 1931. Y que en esta villa marinera, donde alzó su residencia familiar, se apagaran sus horas en 1968 y recibiera tierra frente al mar. Que amó tanto como la pintura. Como comprobará, con amplitud de detalles y anécdotas, quien lea la biografía que pronto alzará el vuelo. En justo honor a la memoria del maestro del retrato que aquí eternamente yace.