José Félix Tezanos, el mismo que sugirió que las acusaciones contra Santos Cerdán y Koldo podrían ser un montaje, ha lanzado esta semana al CIS ... a examinar a los gobiernos y líderes autonómicos. En Cantabria, los resultados del sondeo entre 422 personas ha dejado unos resultados a medio camino entre la obviedad y el disparate. El titular poco riguroso y sensacionalista es que el 56% de los cántabros quiere un cambio de presidente en la comunidad. Pero este resultado, que a simple vista parece una moción de censura de la calle a la gestión de Buruaga, es tan engañoso como simple. En las elecciones de 2023, el PP logró un 36% de los votos, así que, evidentemente, seis de cada diez cántabros querían otro presidente. ¿Saben cuánto sumaron hace dos años los votos de PRC, PSOE y Vox? Un 53%. Es decir, poca noticia en ese resultado tan amplificado por el CIS en Cantabria como en Madrid, donde Tezanos subraya que el 53% no quiere a Díaz Ayuso, quien, recordemos, gobierna con mayoría absoluta.
Si escarbamos en las tripas de la encuesta, lo inverosímil cobra más protagonismo. Mientras que esa mayoría de cántabros pide que Buruaga se vaya a casa, un 61% reconoce que la situación en Cantabria es buena o muy buena, y el 43% aprueba la gestión del Gobierno del PP. Y en un giro final de guión que firmaría el propio Alfred Hitchcock, María José Sáenz de Buruaga aparece como la política mejor valorada por los cántabros, con casi el triple de apoyos que Miguel Ángel Revilla. Aunque un 6% de los encuestados preferiría que fuese otro candidato del PP el que se sentase en su sillón, quizás pensando en la alcaldesa de Santander, Gema Igual.
En el socialismo, mientras tanto, cunde el caos de liderazgos. Los cántabros que votan al PSOE no quieren ni a Pablo Zuloaga ni a Pedro Casares, pero si tienen que elegir a uno, se quedan con el primero. Lo mismo pasa con Vox, donde Leticia Díaz es la política menos valorada de la comunidad, y ni siquiera gusta entre sus propios votantes.
Para rematar la faena, el CIS incluye una proyección electoral en la que todos los partidos, excepto el PSOE, claro, se dan un golpe de realidad. Respecto a los comicios de 2023, el PP cae once puntos y el PRC pierde la mitad de sus papeletas, igual que le sucede a Vox. Pero el PSOE no acusa la corrupción nacional ni el desgaste de Pedro Sánchez y solo se deja un cómodo 2% en el camino.
Ya lo dijo el escritor y periodista colombiano Álvaro Gómez Hurtado: «Las encuestas son como las morcillas: muy sabrosas hasta que uno sabe cómo las hacen».
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