Tocomocho ferroviario
Sorprende que un timo así haya envejecido tan bien y sigan existiendo pobres incautos que, presos de su propia codicia, caigan en la treta de ... los embusteros. Por más que Tony Leblanc y Antonio Ozores llevaran al cine en 'Los Tramposos' (1959) el famoso truco de el Tocomocho, la Policía sigue informando en Cantabria de vez en cuando que ha arrestado a timadores que han protagonizado con éxito el embuste. Una de las últimas ocasiones fue hace pocos meses, con dos mujeres, una de ellas con supuesto acento gallego, que habían pegado el palo cerca de la Plaza de las Estaciones.
Al leer el titular me asusté porque, en realidad, creo que fuimos miles de personas a las que nos estafaron en esa zona. En concreto, con los trenes de cercanías que en 2019 el Ministerio de Transportes decidió llevarse desde Cantabria a las Rodalies de Cataluña. Nada menos que las mejores 19 unidades, las más modernas, que habían llegado a nuestra Comunidad para renovar el obsoleto parque de ferrocarriles que miles de cántabros toman a diario. Claro que el propio Ministerio aclaró, ante la mansedumbre del Gobierno cántabro de la época, que nos construirían más de veinte trenes completamente nuevos para deshacer el agravio.
Y, fíjense, que los trenes que diseñaron después resulta que no cabían por los túneles. Empiezo a pensar que no es que haya ingenieros gilipollas, sino políticos que van de listillos, porque de esos trenes, que supuestamente se tenían que entregar en 2026, no tenemos noticia alguna. Solo, la callada por respuesta del propio Ministerio y la espantada que su representante y el de Adif han protagonizado esta semana en la convocatoria de la Mesa del Ferrocarril a la que, sabiendo de antemano que serían preguntados por esta cuestión, decidieron responder con una mezcla de gallinazo y bomba de humo anunciando su ausencia pocas horas antes del inicio de la reunión.
De verdad, por mucho que lo reivindiquemos, ¿alguien se cree que el Ministerio se gastará más de 4.000 millones en un discutible tren a Bilbao cuando las Cercanías de Cantabria son una cochambre tercermundista? ¿Alguien sabe cómo la Alta Velocidad superará algún día la imaginaria frontera de Reinosa? ¿Dónde está la necesaria ordenación ferroviaria de Santander? A los cántabros nos siguen pegando un tocomocho ferroviario morrocotudo. Cualquier día el Ministerio resucita a Tony Leblanc. «Estampitas, estampitas».
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