Medidas para prevenir el desastre de los incendios
José María Alonso Ruiz
Presidente de la Red de Queserías de Campo y Artesanas de España
Domingo, 23 de noviembre 2025, 07:35
Ya entrado el otoño parece que el grave problema de los incendios deja de ser noticia y da la sensación que los responsables políticos no ... toman medidas en profundidad, más allá de incrementar el gasto en recursos materiales y humanos para la extinción de los incendios, medidas poco eficaces y que afectan considerablemente al presupuesto económico, en vez de modificar la legislación sectorial en diversos ámbitos, que permita y estimule la actividad económica en el medio rural.
Hemos comprobado cómo la magnitud y gravedad de los incendios de este último verano hacía imposible la extinción llegando a arrasar pueblos enteros. ¿Por qué ocurre este fenómeno que antes no ocurría en los pueblos de España? Es evidente que ha cambiado la actividad en el medio rural, la España Vaciada que algunos denominan. La gente se fue a las ciudades buscando una vida mejor y los que quieren volver actualmente al pueblo se encuentran con una legislación sectorial en todos los ámbitos que hace muy difícil emprender una actividad.
Una legislación que no tiene en cuenta a las pequeñas explotaciones, se pasa por alto los criterios de flexibilidad y exenciones que contempla la legislación europea y en muchas ocasiones con una interpretación obstaculizadora en vez de facilitadora.
Europa deja a los estados miembro que legislen para las pequeñas producciones, en función de las peculiaridades, la cultura y la tradición de cada país porque recuerda que es en lo que nos podemos diferenciar, en lo que podemos competir con el resto del mundo y da la sensación, a veces, que las autoridades quieren acabar con los pequeños productores y autónomos.
Como anunciaba El Diario Montañés, «Cantabria pierde más de mil autónomos en una década pese a decenas de millones en ayudas». Algo no se debe de estar haciendo bien y más con el dinero público. En los 20 años que llevo en Soba ejerciendo la actividad turística, ganadera y quesera he sido testigo del cierre de muchos negocios regentados por autónomos en muchos casos por una legislación imposible de cumplir, fuera de todo sentido común, con una sobrerregulación y ausencia de incentivos fiscales o apoyo por parte de la administración. En muchos casos sufriendo un exceso de inspecciones sancionadoras y falta de empatía.
En Cantabria abundaban las piaras de cerdos antes de que llegaran las explotaciones de vacas, que ejercían el silvopastoreo aprovechando los frutos del bosque, bellotas, hayucos, castañas, avellanas y nueces. La mejor prevención de incendios, la mejor desbrozadora y además produciendo carne saludable de calidad. En Galicia están desarrollando proyectos para el aprovechamiento de los montes y como prevención de incendios, produciendo una mejora en la calidad de los suelos forestales.
Facilitar el silvopastoreo con cerdos también es prevenir incendios como lo es facilitar la actividad agrícola-ganadera. En los incendios de este verano donde había cultivos no pasaba el fuego, solo se quemaba la primera línea de cultivo y los bomberos buscaban explotaciones ganaderas, pues las praderas eran el único acceso seguro al bosque en llamas.
El Estado central, autonómico y municipal es el mayor comprador de alimentos de España. En el caso de Cantabria, el Hospital Marqués de Valdecilla es el mayor comprador de alimentos y no tiene ningún criterio a la hora de comprar alimentos locales, solo son criterios economicistas, cuando se supone que la alimentación es la mejor prevención de la enfermedad.
Comprar alimentos a productores locales también es una de las mejores formas de prevenir los incendios. Por ello, desde Europa se recomienda poner en marcha los llamados contratos verdes, que tengan en cuenta no solo criterios economicistas sino criterios sociales en lo que respecta a la fijación de población en el medio rural. De hecho, tenemos una Secretaría de Estado de Reto Demográfico. También criterios medioambientales, huella de carbono, mantenimiento del paisaje y precisamente prevención de incendios. Francia ya lo ha puesto en práctica aprobando en 2019 una Ley de Venta Directa en la que la Administración Pública, hospitales, comedores escolares, residencias, prisiones, etc. tienen que comprar el 50% a productores locales. Solo hay que imaginar el efecto en el medio rural si el Hospital Valdecilla comprase tan solo el 10% de las patatas, huevos, carne, verdura que consume a productores de Cantabria.
Se necesita una revolución si no queremos acabar con nuestra riqueza y patrimonio rural. Una nueva relación entre la administración y los administrados, una actitud de escucha y facilitadora. Si realmente existe voluntad de transformación, Cantabria tiene el tamaño ideal para llevarlo a cabo y ser un proyecto piloto de desarrollo rural y sentido común.
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