Grúas en el horizonte, señal de progreso
El desarrollo urbanístico del Plan Parcial El Valle es una noticia que sin duda ayudará a recuperar la vitalidad que contribuya a despertar a esta ... ciudad tantas veces dormida. Cuando se comienza a experimentar la aparición de construcciones nuevas, no solo cambia la fisonomía urbana sino que también se modifican sus dinámicas sociales, económicas y culturales. Las nuevas obras mueven la economía desde el primer día con la creación de empleo en la construcción, contratación de técnicos, compra de materiales, etc. Este efecto multiplicador a corto plazo, dinamiza la economía local, y a medio y largo plazo, atrae población, consumo e inversión, ayudando a aliviar la escasez de vivienda, fijando población joven, o atrayendo nuevos vecinos, además de contribuir a la regeneración urbana si se construye en solares degradados o vacíos.
Señalado el diagnostico, hay que precisar la causa: Torrelavega lleva cuarenta años sin un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) actualizado, una situación que ha condicionado notablemente su desarrollo. Siendo, como es, una ciudad clave del Besaya y de Cantabria, lleva casi cuatro décadas sin un PGOU vigente y adaptado a la realidad actual. El documento en vigor es de 1985, refundido en 1996, con múltiples adaptaciones, suspensiones y normativas transitorias. La ausencia de planeamiento ha contribuido a que Torrelavega haya navegado a ciegas en materia de urbanismo, lo que ha impedido la planificación ordenada de nuevos barrios, la regeneración eficaz de zonas degradadas y la atracción de inversión. Como explicaba gráficamente un arquitecto local: «Una ciudad con reglas de hace 40 años, es como intentar actualizar un móvil con un sistema operativo de 1990».
La anulación del PGOU de 2013 por sentencia judicial (por falta de evaluación ambiental) dejó a Torrelavega en un vacío legal que ha ralentizado numerosos proyectos. Vecinos, promotores, constructores y técnicos se han enfrentado desde entonces a normativas contradictorias o anticuadas, trámites lentos, bloqueos e incertidumbre, en una ciudad donde el parque inmobiliario envejece y muchos jóvenes se marchan por falta de oportunidades. Solo ahora, con la reactivación del Plan Parcial de El Valle, que prevé mas de 450 viviendas, parque urbano y dotaciones, se puede empezar a vislumbrar un cambio.
Mientras Torrelavega espera un nuevo plan, municipios cercanos como Polanco, Reocín o Cartes han avanzado en planificación urbanística atrayendo inversión inmobiliaria y captando parte de la población que antes hubiera elegido vivir en nuestra ciudad. La aprobación definitiva del nuevo PGOU es esencial para que Torrelavega pueda ordenar su crecimiento, atraer inversiones y mejorar la calidad de vida. Cuando las grúas aparecen en el perfil de una ciudad –el mal llamado 'skyline'–, envían el mensaje de que se está invirtiendo en el futuro. Los economistas y urbanistas suelen interpretan la cantidad de grúas en una ciudad como un barómetro de la salud económica local: en tiempos de bonanza, las grúas proliferan; en periodos de recesión, su número cae drásticamente.
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