En el otoño de 1971 salía a la calle el primer número de la revista poética Peña Labra, dirigida por el torrelaveguense Piti Cantalapiedra. Se ... cumple por tanto este año el quincuagésimo aniversario de su creación. Con una periodicidad que pretendía seguir el ritmo de las estaciones aunque en más de una ocasión, como las propias estaciones, se retrasaba algún tiempo, su último número, el 68, apareció en el invierno de 1988, precisamente con poemas, entre otros autores, de Carlos Alcorta y Rafael Fombellida, los dos también de Torrelavega. Editada por la Institución Cultural de Cantabria en la icónica imprenta Bedia de la calle África de Santander, contó con el asesoramiento literario de Pablo Beltrán de Heredia y la meticulosidad y el rigor de Cantalapiedra, convirtiendo cada entrega en un objeto poético de una gran belleza. Poetas universales y de la comunidad, de larga y reconocida trayectoria y emergentes, números monográficos, antologías de poetas bajo diferentes argumentos literarios, encartes con textos facsimilares, todo ello, sin olvidar la incorporación de textos de crítica escritos por prestigiosos profesores y críticos literarios, algunos de ellos jóvenes cántabros que se incorporaban a la escena literaria. Si bien la poesía centraba sus contenidos, iba arropada con ilustraciones de grandes artistas, muchos de ellos de Cantabria. La estética de la revista heredaba el sello de la generación de Proel, a la que perteneció Cantalapiedra y Beltrán de Heredia, acrisolado en los talleres de Bedia. La revista, con los años, se convirtió no sólo en una lectura obligada para los amantes de la poesía sino también en referente y una codiciada publicación de bibliófilo. Alguno de sus monográficos puede pagarse hoy generosamente. Hay varios proyectos en marcha para homenajear la brillante historia de la revista. Se contemplan exposiciones y ediciones. El Ayuntamiento de la ciudad no debe quedar al margen de esta celebración.
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