Los pobres del quinquenio

En el mismo periodo, España ha reducido casi un punto su población en riesgo, y nuestros vecinos de Castilla y León han pasado de un 18,3% a un 15,1%. Dicho de otra manera: antes estaban tres puntos peor y ahora están tres puntos mejor. En Castilla hay menos peligro de empobrecerse, ahora.

Naturalmente, todo esto significa que nuestras políticas económicas y sociales en ese quinquenio han sido peores que las del conjunto de España y que las desarrolladas entre castellanos y leoneses.

No tiene nada que ver con el covid. Los datos más recientes del INE son sobre las rentas de las familias en 2019. Lo que se ve es el resultado comparativo de unas políticas respecto de otras. No será que no dimos más de una voz, desde este modesto rincón opinante, sobre la falta de ejecución de las inversiones; lo contraproducente de las subidas de impuestos; lo inconcebible de no aprovechar todo el margen de déficit que Bruselas nos permitía; el dislate de los superávits municipales. He aquí el resultado más feo: más riesgo de pobreza. Ojo: ¡en un lustro donde todos los años creció la economía!

Si considera el alquiler imputado de la vivienda, las cifras se suavizan un poco, pero la tendencia general no varía: aquí ha subido la pobreza, mientras en España y Castilla ha bajado.

Hay sectores que siguen empeñados en no reconocer nuestro declive relativo. Pero de sabios será rectificar. La estrategia de los últimos años no da resultados. Si realmente existe un proyecto para que esta autonomía se pueda integrar en un grupo de cabeza, lo primero es cambiar de planteamiento. Lo segundo sería emigrar a Castilla, cuyo PIB por habitante es mayor y donde el riesgo de ser pobre es menor. Los jóvenes ya lo hacen. Conozco a uno de esta misma semana.