Este año se cumplen cuarenta de la creación por la antigua Joven Cámara de la Asociación de Hermanamientos de Torrelavega. El objetivo de tal iniciativa ... era establecer un intercambio entre ciudadanos de diferentes países. España acababa de salir de una dictadura y las ansias de libertad y de romper el aislamiento en el que habíamos estado era razón suficiente para abrirnos al mundo. La entrada en la CEE y el deseo de promover y reforzar los vínculos europeos entre los países que lo integran favorecían ese deseo. La villa francesa de Rochefort sur Mer en Francia fue el primer intercambio. Le siguieron La Habana Vieja, Daira de Zug del Sahara y Louga de Senegal. Pero fue sin duda con la ciudad gala con la que las relaciones han sido más intensas. Los ámbitos educativo, cultural, deportivo, comercial e incluso político han sido los que han provocado los viajes de ida y vuelta entre ciudadanos de las dos localidades cuya memoria ha generado una abundante documentación que forma parte ya del archivo histórico de Torrelavega. Para que el espíritu de amistad de este proyecto, abierto a todos los vecinos, se haya mantenido ha sido fundamental el apoyo que siempre ha tenido desde el Ayuntamiento, quien les ha facilitado una sede. Que haya resistido al paso del tiempo se debe no sólo a la decidida voluntad de los dirigentes de la asociación, sin duda decisivo, destacando el trabajo realizado por el que fuera presidente varios años, Carlos Ruiz, sino a la positiva respuesta de las sucesivas corporaciones, algo excepcional en los relevos políticos al frente de las instituciones que suelen hacer tabla rasa de lo creado por sus predecesores. La pandemia que sufrimos, lógicamente, ha paralizado la línea continua de la programación de amistad y solidaridad entre los municipios hermanados. Cuando la situación mejore se recuperarán las visitas.
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