Vuelta a las aulas
AL HILO DE LOS DÍAS ·
Estos días los estudiantes se van incorporando a las aulas atendiendo al calendario marcado por los diferentes niveles educativos en los que se encuentren. Los ... más pequeños primero, luego los de Secundaria y, finalmente, los universitarios. Al haber suprimido los exámenes de septiembre, las clases comienzan antes. Algo hemos ganado, por tanto, con las sucesivas reformas educativas. Al menos, que el periodo lectivo sea más largo. Los torrelaveguenses de más edad recordamos el 24 de agosto, fecha elegida para el cierre del programa de fiestas patronales por coincidir con el aniversario de la entrada de los Nacionales en la ciudad, costumbre que los socialistas cortaron precisamente para acabar con el significado que tenía, como el simbólico último día del verano. La luz del día se acortaba, por las noches en las verbenas ya hacía fresquillo pese a que de joven casi nunca se tiene frío, y si pasabas por La Llama, veías cómo desmontaban el castillo de ilusión que representaban las atracciones. La vuelta al cole estaba a la vuelta de la esquina, más cerca si había que examinarse de alguna asignatura pendiente de junio. El regreso a las aulas era perezoso y triste. Así recuerdo el comienzo en las antiguas Escuelas Nacionales de Sierrapando, donde yo estudié. El color gris de unos años en los que nos daban leche en polvo, queso en algunas escuelas, y con un frío que no caldeaba la vieja estufa. Hoy esa imagen que puede evocarse en el Museo de la Escuela de Polanco ha cambiado, los centros educativos están llenos de luz y color. Leo en este periódico la realización de murales en el IES Besaya. El IES Marqués de Santillana ya trazó líneas de color en su fachada hace tiempo. Los espacios de los pequeños son más luminosos y alegremente decorados. Lástima que en algunos aspectos no se cambie: los plazos de obras en los centros durante el verano. Veáse el Pancho Cossío.
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