Crece un 12% el número de familias que son atendidas por Cáritas en Los Corrales
Son más de 300 las personas que necesitan a diario el apoyo de la organización parroquial para subsistir
El barómetro de atención a familias necesitadas en Los Corrales de Buelna y que son atendidas por Caritas Parroquial volvió a crecer el ... año pasado un 12%. En apenas tres años se ha pasado de atender una media de 130 a 140 familias a lo largo de 2017 (una horquilla que se había mantenido en los años anteriores), a las 80 con las que se cerró 2018, un descenso más que notable que apuntaba a la esperanza, pero que ha durado poco, porque el año pasado se cerró con 91 familias atendidas, un repunte que indica que son más de 300 las personas que se apoyan en Cáritas para subsistir.
El presidente de Cáritas, Ramiro Pérez, ha hecho balance ante los voluntarios de la organización en Los Corrales de las actuaciones y cuentas de 2019, informe elaborado por el tesorero, Fernando García, que detalla, por ejemplo, el reparto a lo largo del año pasado de 1.660 docenas de huevos entregadas, 8.411 litros de leche, 2.890 paquetes de pasta o 3.936 kilos de patatas. Todo ello, más otras medidas adoptadas por la organización, ha supuesto un gasto de 25.508 euros.
Las colectas parroquiales han sumado al haber de Cáritas más de 3.000 euros, las cuotas de socios 4.691, hay aportaciones ya tradicionales de clubes, asociaciones y empresas locales por valor de 3.000 euros o el maratón de la radio del 22 de diciembre se acercó a los 8.000 euros de ingresos. En total 23.607 euros, algo que deja un déficit no suficiente para preocupar a la dirección de Cáritas, según el presidente.
También sirvió ese encuentro para agradecer a los 25 voluntarios de la organización en Los Corrales su trabajo en la gestión del ropero, el almacenaje y la entrega de alimentos o la venta de lotería, además de las tareas de administración. Y es que cada vez llevan más tiempo las medidas de control de cada persona que entra en el listado de las entregas de alimentos periódicas. «La situación de cada familia cambia mucho con el tiempo y queremos tener un control exhaustivo de cada uno de esos cambios para que nuestra labor sea lo más efectiva posible».
La falta de recursos ajenos ha obligado al equipo directivo a comprar durante todo el año los alimentos repartidos con fondos propios, con lo que se termina el año con ese pequeño déficit que se espera compensar con ingresos aún por llegar y con el 'colchón' que Cáritas mantiene en los bancos para cualquier posible contingencia.
«Sabemos que no podemos llegar a todas las necesidades de las personas que vienen a nosotros», decía el presidente, pero también reconoce que la situación es mucho mejor que los años en los que eran muchas más las familias a atender. También el perfil de las familias acogidas ha cambiado. En los últimos años, según el presidente de Cáritas, son cada vez más personas de nacionalidad española y en bastantes casos afectadas por rupturas matrimoniales, mayoritariamente mujeres con hijos a su cargo y sin ningún recurso.
Los productos que más caros les salen a la hora de cubrir todas las necesidades de las familias son los de limpieza. En cambio, no tienen ningún problema con la ropa, una cuestión que tienen más que cubierta para todas las edades, como apuntó una de las voluntarias más veterana, Mercedes Abad, hija predilecta de Los Corrales y colaboradora de Cáritas desde su fundación, hace ya más de medio siglo. Con esa necesidad de nuevos voluntarios terminó el presidente. «Hacen falta manos jóvenes que vayan dándonos el relevo», dijo.
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