Polanco planta cara a los okupas
La Guardia Civil intensificará la vigilancia en las urbanizaciones de Requejada y Rinconeda habitadas de manera ilegal debido al «deterioro de la convivencia»
La Guardia Civil del cuartel de Polanco va a intensificar la vigilancia en determinadas urbanizaciones del municipio por la presencia de okupas, una situación que ... se ha agravado y que está ocasionando «problemas de convivencia» con los vecinos que residen en esos inmuebles de manera legal y también entre los propios foráneos que han entrado en las casas vacías.
Está pasando desde hace bastante tiempo. Hace justo un año que esta problemática salió a palestra a raíz de los enganches ilegales a la luz y al agua que los okupas realizaban hasta en las zonas comunes de los edificios, situados en Requejada y Rinconeda, lugares muy afectados por el 'boom' de la construcción en los que numerosos pisos no llegaron a tener dueño. Muchos de ellos pertenecen a entidades bancarias tras ejecuciones hipotecarias.
Hubo incluso una redada en la que técnicos de las compañías suministradoras, escoltadas por guardias civiles, cortaron con el abastecimiento ilegal a las casas okupadas. Este problema, que hace años vienen padeciendo vecinos de esos pueblos, sigue generando situaciones de conflicto. Tanto es así que este mismo jueves el Ayuntamiento de Polanco ha enviado un comunicado en el que avisa de que se va a intensificar la vigilancia y el control -más del que ya se está realizando- en esas zonas.
El detonante de esta decisión del gobierno local ha sido «la llegada de personas conflictivas» al municipio de Polanco. Son «unas pocas personas», indica el comunicado, pero suficientes para que se esté constatando un «deterioro de la convivencia».
La alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz, ha explicado a este periódico que han sido los propios vecinos los que han dado la voz de alarma ante la reciente llegada de nuevos okupas. Puntualiza que no es que haya ocurrido «algo grave», sino que son conflictos cotidianos que se dan entre los propios intrusos, llegada de gente desconocida, movimientos por las noches... una serie de situaciones de las que se quejan los que viven allí y que se pretende atajar. Esto es, evitar cualquier efecto llamada, cortar las nuevas okupaciones e intentar que se vayan. «Queremos evitar que se acomoden y vengan más», ha dicho la alcaldesa. Se quieren prevenir «situaciones fuera de lo normal» y asegurar la «tranquila y pacífica» convivencia en estos barrios. Para ello, la Guardia Civil incrementará la inspección, vigilancia y el control en esos 'puntos calientes', cuya ubicación exacta no se divulga para favorecer la eficacia de estos operativos. Se hará de manera constante y se mantendrá «el tiempo que sea necesario».
«Queremos evitar que se acomoden y vengan más»
Rosa Díaz | Alcaldesa de Polanco
Esta decisión ha sido adoptada en la última reunión de coordinación celebrada entre la alcaldesa y el sargento primero comandante del puesto de Polanco, Mariano Miguel Moreno Gómez, dentro de los encuentros habituales entre ambas instituciones como complemento a la Comisión Local de Seguridad. La regidora explica que en estas reuniones se ha analizado «de manera pormenorizada» la situación del municipio en materia de seguridad y también la preocupación vecinal que existe por la llegada de okupas. Díaz ha destacado que el problema de la proliferación de enganches a la luz, que podrían causar situaciones de peligro, se consiguió solucionar, pero que sin embargo siguen llegando a estos barrios personas con la intención de ocupar viviendas de manera irregular. Es gente «de la comarca» que va a estos núcleos de Polanco porque sabe que hay otros pisos okupados.
«Polanco es un municipio seguro»
El Ayuntamiento ha querido puntualizar que, a pesar de la intensificación de la vigilancia, Polanco «es un municipio seguro», y que así se constató en la reciente Comisión Local de Seguridad, Y ello gracias a «la gran labor» que realiza el puesto de la Guardia Civil, y también a la colaboración que existe con el Ayuntamiento y con los vecinos a la hora de resolver «de forma rápida» cualquier asunto que se produce.
Cono ejemplo, resalta que del estudio de los datos delincuenciales del último año se constata que las infracciones penales (delitos y faltas) descendieron en Polanco casi un 15 %, lo que supuso que la tasa de criminalidad del municipio se situara en 19,5 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, casi 11 puntos por debajo de la media de Cantabria.
Así, Polanco registró el pasado año la menor tasa de infracciones penales de los últimos 4 años y se esclarecieron más de la mitad de los delitos conocidos o denunciados, realizándose 46 detenciones, un 21 % más que en 2018.
Por ello, Rosa Díaz avanza el deseo del Ayuntamiento de «seguir trabajando en esta línea» colaborando de forma estrecha con el puesto de la Guardia Civil del municipio.
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