El Gobierno estudia colaborar en la descontaminación de la ría del Carmen
El Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA) se reunirá con la Asociación Ría para analizar su papel en este asunto
La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria está estudiando involucrarse activamente en la descontaminación de la ... ría del Carmen y de Boo, un objetivo que hoy sólo cuenta con la participación económica del Ayuntamiento de Camargo y los 50.000 euros anuales que desde hace ocho años destina a la Asociación Ría, con sede en Muriedas. Ese colectivo de naturalistas es el que lleva el timón del principal proyecto de recuperación de este estuario, uno de los más contaminados de toda la cornisa cantábrica por culpa de los residuos industriales. Su proyecto Rialab, un ejemplo vanguardista de ingeniería ecológica orientado a este fin, se ha convertido en la última esperanza para la ría, aquejada por décadas y décadas de desechos fruto de la actividad de las empresas del entorno de Camargo y El Astillero.
Consciente del desafío medioambiental que presenta esta situación, el departamento de Guillermo Blanco está valorando la posibilidad de volcarse en esta tarea. Esa es la principal cuestión que quiere resolver la Consejería en un encuentro «pendiente» con la Asociación Ría, como revela el Ejecutivo preguntado por este asunto. Aún no hay un compromiso firme de colaboración -ni siquiera una fecha- pero desde Peña Herbosa sí avanzan que, a través del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), quieren tratar el asunto y dialogar con la agrupación de científicos.
El acercamiento del Gobierno de Cantabria al objetivo de recuperar la ría del Carmen sigue a un encuentro con periodistas que, en el marco de la presentación del proyecto Rialab en su fase práctica, convocaron tanto la Asociación Ría como el Ayuntamiento de Camargo a finales de julio.
La ría del Carmen y de Boo es una de las más dañadas de toda la cornisa tras años de desechos industriales
UNA LOSA MUY PESADA
En él, además de celebrar el alcance de la iniciativa, la alcaldesa Esther Bolado fue muy clara sobre la implicación que, a su juicio, deberían tener diferentes agentes dentro de este plan. Apeló a Ferroatlántica, «una de las mayores causantes de la degradación de la ría», pero también al Ejecutivo regional. «Entendemos que en esta solución tendrá que entrar también el Gobierno de Cantabria», declaró la primera edil, antes de insistir en la «importancia» del plan ideado por el presidente de la asociación, Diego Cicero, y el resto de miembros de la agrupación naturalista.
El carrizo como aliado
¿Pero en qué consiste exactamente su plan para recuperar la ría? El método que aplica el proyecto Rialab consiste en aprovechar las cualidades de una planta concreta para depurar las aguas residuales que se encuentran en el medio de actuación y, de alguna manera, confinar los desechos de una manera natural. Esa especie fuerte para dar batalla a los residuos es el carrizo, cuyas propiedades para batirse el cobre contra la contaminación por metales ya han sido comprobadas en las fases previas del estudio.
En la fase práctica es donde justamente se sitúa ahora el plan de la asociación, centrada en determinar cuál es la zona más idónea para construir esas «marismas naturales», como especificó Cicero en dicho encuentro. Precisamente esa es la razón de ser de las tres estaciones experimentales escalonadas en uno de los márgenes de la ría. Estarán ahí durante un año, tiempo en el que se estudiará la supervivencia y desarrollo del carrizo y la verdolaga marina en función de la salinidad y el régimen de inundación.
Décadas de residuos
Si el agua de la ría del Carmen es una de las más contaminadas de la cornisa es por culpa de la actividad industrial y los vertidos que, durante décadas han ido degradando el medio hasta límites extremos. La empresa Ferroatlántica, con sede justo al límite entre Camargo y El Astillero, es uno de los actores más importantes de esta historia, fundamental para entender la losa de desechos industriales que, durante el siglo XX y también el XXI, ha perseguido a esta subdivisión nacida en la bahía de Santander y acunada en Boo de Guarnizo.
Naturalistas como los de la Asociación Ría tratan desde hace años de cambiar el rumbo de esa historia mediante objetivos cada vez más ambiciosos para recuperar lo que un día fue hasta una zona de baño habitual para los vecinos de Camargo.
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