«Hartos» de los ladrones en Camargo
El municipio ha sufrido en agosto, al menos, ocho intentos de robo en viviendas. El Consistorio asegura que el trabajo de Policía y Guardia Civil «dará resultados pronto»
Es una cuestión que va más allá de los números. Al vecino del pueblo de Camargo que se topó de frente con unos ladrones en ... la cocina de su casa esta misma semana y los ocho intentos de pillaje que ha contabiliza la Policía Local en agosto pueden parecer muchos o pocos, pero la sensación de «inseguridad» está ahí. Es el mismo nerviosismo que tienen algunos vecinos en la zona alta de Igollo, donde Domingo Fernández sorprendió a los cacos 'in fraganti' en el mismo balcón de su vivienda hace una semana; la de Luis Antonio –que prefirió no facilitar su apellido–, del barrio la Llosuca, de Revilla, aún con ese «traumapor saber que han entrado»; o la de Gema, de Escobedo, madre de familia que halló su casa «revuelta» el pasado domingo, ni 24 horas después del allanamiento.
«Intentas dormir, pero tu cerebro está en alerta constante», «estamos hartos» o «menos mal que salieron corriendo» son declaraciones que se han repetido en una y otra pedanía en las últimas fechas. La mayoría echa en falta un mayor número de agentes para que patrullen por la noche y, aunque no relacionan el índice de robos con los números de la plantilla de Policía –hoy dotada de 24 uniformados–, sí que reclaman que se intensifique la vigilancia y, con suerte, puedan espantar a los cacos.
Con ese objetivo viene trabajando el equipo de gobierno, no ahora sino desde antes de la «oleada», como ya no dudan en calificar desde las juntas vecinales de Revilla de Camargo o Escobedo. «Hemos reforzado los servicios de la Policía para seguir velando por la seguridad de los vecinos y tratar de evitar que estos hechos se produzcan. Tanto la Policía Local como la Guardia Civil están trabajando intensamente y su labor dará resultado pronto», declara en ese sentido el concejal de Obras, Personal y Policía Local, Íñigo Gómez, antes de expresar se comprensión con las familias.
Toda la Corporación municipal está especialmente sensibilizada con el tema, desde la sede del gobierno y también las pedanías. La Junta Vecinal de Revilla lamentaba tener que emitir el siguiente comunicado este martes:«Ante la situación que estamos viviendo, y no queriendo ser alarmistas, os pedimos que tengáis mucho cuidado con las viviendas. Tomad precauciones ante los robos y la ocupación ilegal. Si notáis algo extraño, no dudéis en llamar a la Policía Local o a la Guardia Civil».
También desde Escobedo, pedanía que sufrió al menos cuatro entradas a viviendas el sábado y dos más el domingo, el alcalde pedáneo, Cristian Armada, se vio obligado a apelar a la «prudencia» de sus residentes. El presidente de la Junta conversaba ayer con Gema y su marido –que prefirió no facilitar su nombre–, un matrimonio del barrio Arenas en cuya casa entraron los cacos el sábado por la noche. Algunos de sus bienes aparecieron más tarde a las puertas de otra casa víctima de los saqueos. «Un día logramos acorralarles. Estaban ahí, en el maizal –visible en la foto– y los rodeamos, pero se escaparon», revivía ayer Armada, víctima también de otro intento.
«No generar alarmismos»
El diagnóstico del popular para explicar una parte, no toda, de la llamada «oleada» apunta a la falta de personal en las autoridades. «No hay patrullas nocturnas, y la Guardia Civil hace lo que puede. No se trata de generar alarmismos, sino de informar a los vecinos de que debemos extremar la prudencia, sin dejar de hacer nuestra vida diaria, pero ayudándonos y colaborando juntos».
En una parte está acuerdo el concejal Gómez, que insiste en que «no se puede generar una sensación de inseguridad por los pueblos, que no es tal». Pero al tiempo añade:«También habría que preguntarse si existe algún interés en generar este alarmismo y en dar a conocer estos sucesos casi en directo. Se habla de oleadas con demasiada irresponsabilidad, cuando realmente se trata de hechos muy concretos».
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