El nuevo centro comercial Bahía Real ultima la urbanización de su entorno

Unos veinte días es lo que durarán estas labores –y con ellas, las restricciones–, según trasladó el Ayuntamiento la semana pasada. Podrían haber sido menos, aunque bajo unas condiciones para el tráfico más severas. Según trasladaron ayer fuentes de Citygrove –la promotora que junto a otro fondo, Burlington, ha invertido 50 millones de euros en el nuevo gigante– la ejecución de las labores contemplaban otras condiciones, como un plazo de seis días –aunque, eso sí, con la totalidad del tráfico cortado en esta vía–, a diferencia de los 20 aproximados que concede el pliego actual, que sí permite el paso en dirección a la zona de Cros.

Sea cual sea la letra pequeña, el desarrollo de las obras más allá del interior del centro comercial revela el «buen ritmo» al que avanzan los plazos de construcción, con viento de cola para cumplir los tiempos marcados y abrir las puertas de Bahía Real en plena campaña de navidad.

Lo avanzaba la firma británica a mediados del mes pasado. Desde las obras en sí mismas, la ocupación de las tiendas como nuevos inquilinos hasta la tramitación que se lleva a cabo en los despachos, toda la maquinaria al servicio de la inauguración del nuevo centro comercial de Camargo a finales de este año está funcionando «sobre ruedas». Sólo una racha de malas noticias en el ámbito sanitario –a causa de la pandemia del covid-19– y el consiguiente endurecimiento de unas medidas de seguridad que pudieran entorpecer los últimos flecos de la puesta a punto del espacio comercial supondrían un peligro para el cumplimiento de la fecha límite marcada en el calendario. «Por lo demás, lo que depende de nosotros, todo va sobre ruedas», insistían entonces y vuelven a repetir ahora los promotores del centro comercial.

Para hacerse una idea, los números que maneja Citygrove al margen del cumplimiento de los plazos también son positivos: ya superan el 95% de la ocupación. Serán en total 20 locales comerciales y de ocio los que, junto a salas de juego en línea y, para primavera, otras nueve salas de cine, las que darán vida al solar de 20.000 metros cuadrados que evoluciona junto a la S-20 y, según pasan las horas y avanzan los trabajos para terminar esa rotonda, también junto a la calle Gutiérrez Solana.

El resultado de esas labores para los vecinos está a la vista. Conductores o no, conviene estar al tanto de los cambios que sufrirá la vía durante la próxima semana y media aproximadamente –20 días desde el pasado sábado, 10 de octubre–: las personas al volante únicamente podrán utilizar el acceso al centro en sentido de entrada hacia Cros. Queda suspendida, por tanto, la dirección de salida por esta zona. La alternativa en su lugar es de libre elección salvo para los camiones que hayan accedido al Polígono de Cros, que no podrán abandonar Camargo por el casco urbano y deberán circular por la calle Gutiérrez Solana hacia Rufino Ruiz Ceballos y, una vez en la Avenida de Bilbao, girar hacia la derecha y enlazar con la carretera autonómica o la autovía.

Por su parte, los peatones tienen permitido el paso por el puente en los dos sentidos, al igual que los ciclistas que utilicen la vía ciclable. Eso sí, ambos, a pie o a pedales, deben extremar la precaución porque compartirán este carril durante los 20 días de ejecución de las obras.