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El jardinero Alfredo Carazo, en el Parque de Cupido.
«Aquí se dan pocas especies por el frío»

«Aquí se dan pocas especies por el frío»

El Acebal de Campoo, fue una de las primeras empresas que surgió a raíz del programa formativo de escuelas taller en España

blanca carbonell

Sábado, 21 de abril 2018

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Hace treinta años que Alfredo Carazo fundó con otros dos socios la empresa El Acebal de Campoo. Se trató de un importante hito, puesto que ésta fue una de las dos primeras empresas que surgieron después de que terminara su formación la primera promoción de la Escuela Taller de Reinosa.

El programa formativo, pionero en España, había dado sus frutos, y Reinosa contaba con dos nuevas empresas, una de cantería, y otra de jardinería, las dos especialidades que su Escuela Taller había impartido.

«Fue un proyecto ilusionante y en su momento novedoso. Entonces dimos los primeros pasos y ahora seguimos con nuestra empresa», comenta Alfredo Carazo.

«Nosotros fuimos los primeros que creamos empresas nacidas de una Escuela Taller»

El éxito de la creación de esta empresa, a raíz de instaurar la Escuela Taller de Reinosa, traspasó fronteras, puesto que sus responsables la presentaron en Madrid, en una muestra de este tipo de entidades formativas porque, «fuimos los primeros que creamos empresas nacidas de una Escuela Taller», comenta Alfredo Carazo con orgullo. «Entramos en la Escuela Taller, tuvimos tres años de formación, y al final de 1988 se formaron dos empresas, una de cantería y la nuestra. Fueron las primeras empresas que salieron de la Escuela Taller de Reinosa», añade el jardinero.

Además de los tres socios que trabajan en el Acebal de Campoo, la empresa cuenta con dos operarios. Ha habido prosperidad en esta empresa, que hace treinta años que cuida de los jardines de las principales empresas de la ciudad, Gamesa y Sidenor. El Acebal de Campoo también asume labores de jardinería municipales, y realiza trabajos para particulares.

Explica el jardinero que, «mi trabajo depende mucho de la época de la que estemos porque cuando se poda no se siega y cuando se siega no se poda».

Comenta Alfredo Carazo que, «en Reinosa es complicado sacar adelante una empresa que se dedique exclusivamente a la jardinería porque hay meses en los que no se trabaja nada».

Llega la primavera, y Alfredo Carazo se prepara para una importante época de trabajo, «ahora empieza la temporada alta, y ésta será especialmente intensa, porque en los treinta años que yo llevo trabajando no recuerdo un invierno en el que haya habido tantas precipitaciones». Así, el jardinero espera, «en cuanto salga un rayo de sol, segar, segar y segar, y cuando acabemos de segar tendremos que volver a empezar».

Para ejercer el oficio de jardinero, es fundamental tener conocimientos de botánica, para conocer qué especies se dan mejor, y cuáles son más adecuadas para cada zona. Dice Alfredo Carazo que, «aquí se dan pocas especies por el frío», y aclara que, «estos años de atrás se han dado algunas más porque los inviernos han sido más templados, pero el clima típico de Reinosa, mucho frío en invierno, hay pocas especies que lo resistan».

Entre las especies que sí lo resisten, destaca Carazo los rosales, los tulipanes o las plantas de temporada, aunque reconoce que con estas últimas existe un problema porque, «los de Campoo siempre vamos los últimos a los viveros a por la planta de temporada, porque la primavera siempre empieza en otros sitios un mes antes que aquí».

Dice el jardinero que, «las precipitaciones abundante son positivas para algunas cosas, por ejemplo para que el césped crezca verde, pero tan abundantes obligan a segar mucho».

Explica el jardinero que lo que más le gusta de su trabajo es realizarlo al aire libre, a pesar de que concreta que, «en invierno se paso mucho frío y en verano se pasa mucho calor».

Dice que a la hora de plantear la creación de un jardín «lo más importante es mirar al futuro y valorar lo que va a costar mantenerlo, porque la jardinería vale dinero». Para él, «el jardín perfecto para una casa privada es el que cuando tengas que arreglarlo, te relaje, no te estrese».

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