Los técnicos de los afectados por las inundaciones solicitan que se paralicen las obras del muro de Sorribero

Los técnicos e investigadores contratados por la Asociación de afectados por las inundaciones de Reinosa y Comarca, Carlos Arteaga y Leonor Parra, han remitido sendos informes al Ayuntamiento de Reinosa en el que por un lado aconsejan la paralización de las obras de ampliación y recrecimiento del muro que el equipo de gobierno (PRC-PP) está ejecutando en Sorribero, y por el otro, vuelven a incidir en las actuaciones que en vista de su minucioso trabajo se deberían realizar de forma más inmediata en el cauce del Híjar para tratar de evitar las inundaciones de diciembre de 2019 y que han estado cerca de repetirse hace unos días.

Los integrantes del equipo de investigación GeoHumedal del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid aseguran que la ampliación y recrecimiento del muro del río en Sorribero, la cual financia el Ayuntamiento de Reinosa, no es una medida indicada por ellos como grupo de investigación. «La idea parece tener origen en la reunión que mantuvieron miembros de la Confederación Hidrográfica del Ebro, con la presidenta al frente, el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria y representantes del Ayuntamiento de Reinosa el mes pasado, encuentro al que no fuimos invitados», señalan.

Según explican, «la elevación del muro puede parecer la medida más práctica y rápida al problema de las inundaciones, pero ya hemos avanzado que no debe realizarse sin la existencia de un estudio técnico hecho por ingenieros, ya que es necesario asegurar que su construcción no ponga en riesgo la estabilidad del puente de La Naval y que no traslade el riesgo de inundación a otras zonas de la capital campurriana«.

Por otro lado, Arteaga y Parra recomiendan la paralización de las obras de reconstrucción del sendero fluvial del río Híjar, ya que el mismo se encuentra dentro del cauce del río y aumenta la probabilidad de inundaciones. «Las soluciones deben partir siempre de un estudio riguroso que asegure la seguridad ciudadana», afirman.

«Según nuestro estudio, el cual verá la luz en los próximos días, las medidas prioritarias a realizar son las siguientes: eliminar toda la vegetación que se encuentre dentro del cauce, sacar fuera del cauce el exceso de sedimentación (rebajar entre un metro o dos la altura del suelo en todo el cauce), disminución en un 75% del sendero fluvial a la altura de Sorribero y su eliminación total en la zona de la Avenida La Naval, vaciado total de los ojos de los puentes que se hallen colmatados, ensanchar el llamado puente nuevo y, por supuesto, una mejora del protocolo de Protección Civil, ya que el actual ha resultado insuficiente e ineficaz ante las últimas tentativas de inundación o, incluso, ante la última inundación de diciembre de 2019«.