«Hoy en día necesitamos escucharnos más»
Artemio Ceballos Párroco de la iglesia San José celebrará el próximo 22 de junio sus Bodas de Plata sacerdotales
Parroquianos, vecinos, allegados y amigos de Artemio Ceballos celebrarán que el párroco de la iglesia San José de El Astillero haya cumplido ya sus bodas de oro sacerdotales. Lo harán en el transcurso de un acto homenaje que tendrá lugar el próximo sábado, día 22, y que comenzará a las 12.30 horas con una eucaristía en la iglesia San José y continuará con una comida-homenaje en el pabellón de La Cantábrica (14.30 horas). El gran protagonista de la jornada, que además de por su labor sacerdotal, también es conocido en el pueblo por su afición a la música y en otros tiempos al montañismo, se muestra conmovido y agradecido por este gesto de cariño que ha organizado para él el consejo parroquial.
-¿Cómo se siente al recibir este homenaje del pueblo?
-Muy contento. No puedes dejar de alegrarte de que la gente se interese por uno y que quieran celebrar este acontecimiento conmigo. Lo recibo con mucha humildad y me agrada que me haya encontrado a gente tan buena.
-Celebra cincuenta años de sacerdocio, pero no todos los ha pasado aquí...
-Así es. Estuve previamente 35 años en Reinosa. Aquel fue mi primer destino y siendo honesto, allí pensé que terminaría la vida de sacerdote. Pero no. El obispo don José Vilaplana me pidió que viniera a El Astillero, que era un pueblo más joven y con mucha gente colaboradora... Yo le dije tres veces que no por motivos familiares. Al final, decidí venirme. Aquí encontré a mucha gente dispuesta a trabajar codo con codo. En todos estos años, me he sentido a gusto y puedo decir que tengo avalada la misión sacerdotal.
-¿No ha echado en falta Reinosa?
-La verdad es que sigo vinculado a aquella zona, porque tengo mucha gente amiga.
-¿Por qué momento pasa la comunidad cristiana en el municipio?
-Las comunidades cristianas en general, como esta, se van haciendo mayores porque no hay reemplazo. Pero la gente que sigue es dinámica y muestra muchas ganas de trabajar y de volver a la esencia del evangelio, que es por supuesto la misericordia, el cariño y yo diría algo especialmente más hondo, la ternura del corazón que necesitamos. Hoy en día todos necesitamos escucharnos más. Y esto precisamente es lo que hacemos a través de Cáritas. Hemos intentado una reestructuración de este organismo bajo dos pilares, la escucha de la gente especialmente desasistida o marginada y, en lo posible, la ayuda. La verdad que uno se encuentra con problemas muy serios. Fíjese que en España hay ya ocho millones de pobres y 1,5 millones de personas que son pobres severos y eso está, en una medida determinada, en El Astillero.
«La gente está hoy en día necesitada de cariño. Hace falta más ternura en nuestra sociedad»
-¿Que tipo de pobreza presenta hoy en día la sociedad?
-Hay varios niveles: está la pobreza material, la económica, la de recursos o la psicológica... La soledad. En El Astillero hay muchos casos así y también muchos migrantes, que, por suerte, han sido bien acogidos. Creo que hay mucha sensibilidad. Cáritas pone un especial hincapié en concienciar a toda la comunidad parroquial.
-Y desde Cáritas, ¿Alcanza la ayuda a todas esas personas?
-Llegamos hasta donde llegamos. El presupuesto de Cáritas lo hemos tenido que implementar y hacer mayor número de colectas. Somos un organismo que no depende del Ayuntamiento y que tiene que llegar donde otros no llegan: buscando una salida, atendiendo problemas de desahucio, de alquiler, de luz... También fomentamos a través de Cáritas la visita de jóvenes a los ancianos que no tienen compañía a las residencias de San Pedro y San José.
-A usted le encanta la música y que en la iglesia se organicen conciertos corales. También el montañismo (me han contado que llegó a escalar el Mont Blanc)... ¿Tiene usted Whatsapp?
-Sí. Lo tengo desde hace dos años. Y de hecho, estoy en varios grupos, el de catequesis, el de Cáritas, y el de los amigos. Soy consciente de la importancia de las redes y de la comunicación y, además, es preciso estar en este mundo. Lo que no tengo es Facebook ni Instagram.
-Y, a propósito. ¿Qué necesita el mundo?
-Ternura. La gente carece de cariño.
-Y, ¿la Iglesia? Qué cree que necesita...
-Transparencia.