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Martes, 10 de octubre 2017, 07:13
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Los vecinos de Laredo respiran de nuevo tranquilos una vez que las piedras del antiguo muelle pejino descansan en su sitio, en los muros de contención situados al pie de la Atalaya, junto al flamante puerto deportivo de la villa. Después de que hace una semana saltasen todas las alarmas ante la denuncia de pescadores y vecinos de Laredo por el traslado de una treintena de sillares para la ejecución de un mirador en el puerto de Comillas, ahora, apenas unos días después, las piedras han comenzado ser colocadas de nuevo en el lugar del que fueron retiradas.
Los sillares, que nunca llegaron a estar el puerto comillano -fueron guardados en una nave situada en Torrelavega-, fueron trasladados por la misma empresa que se los llevó y comenzaron a ser colocados a la sombra de la Atalaya, donde ejercen una labor de contención y, además, donde se muestran como vestigio del antiguo puerto pejino.
Además, aprovechando la presencia en la zona de la maquinaria necesaria, la Consejería de Obras Públicas colocará algunas otras piedras que estaban situadas tras el muro, que, de esta manera, se verá ampliado con respecto a las dimensiones que tenía hasta la fecha.
De esta manera se cumple la promesa realizada por el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria, José María Mazón, a los laredanos con los que se reunió para entonar el 'mea culpa' por la retirada de los sillares para su utilización en el puerto comillano. En el encuentro, además de representantes de algunos de los grupos políticos con representación en la Corporación municipal pejina, estuvieron presentes miembros de la Cofradía de Pescadores y de la Asociación de Amigos del Patrimonio de Laredo, colectivos que se mostraron muy afectados por la retirada de los restos del muro del viejo puerto.
Pese a que las piedras no están catalogadas ni disponen de figura de protección alguna, sí que tienen un hueco en el corazón de los laredanos, que ven en ellas un testimonio del viejo muelle y un recuerdo del Laredo más antiguo. Los viejos sillares retirados en su día y que ahora han retornado a Laredo, formaban parte de uno de los dos muros levantados junto al nuevo puerto. El de mayores dimensiones, situado en la zona más próxima al casco urbano pejino, no se tocó. Fue el pequeño, el ubicado en las proximidades de la Marina Seca, el que se vio afectado por la retirada de las piedras.
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